Tema 2. Biodiversidad de México

TEMA II. Biodiversidad de México

Megadiversidad de México

Cuando se iniciaron en el mundo los estudios de diversidad biológica, en los primeros listados por país, se notó que de más de 170 países, entre 12 de ellos contenían cerca del 70% de biodiversidad total del planeta. A estos países se les denominó megadiversos. En el caso de nuestro país, éste posee cerca del 10% de especies conocidas tanto de reptiles, mamíferos y anfibios, así como de plantas.

Así, a pesar de que en extensión territorial México ocupa el 14vo. Lugar, es de los 4 o 5 países más ricos del mundo en cuanto al número de especies. Según Benítez, es número 2 en reptiles, 5 en mamíferos, 4 en anfibios y 5 en flora (ver tabla 1).

Tabla 1. Riqueza mundial de especies y su representación en México para algunos grupos taxonómicos.
Con relación al total mundial

La tabla 2 presenta la comparación de vertebrados y mamíferos entre algunos de los principales países de América Latina.

Tabla 2. Comparación de biodiversidad de vertebrados y mamíferos entre algunos de los principales países de Latinoamérica. (en cursivas aparecen los países megadiversos).


En el caso de la República Mexicana, ésta es megadiversa por su diversidad beta, lo que significa que hay una elevada cantidad de especies en áreas pequeñas, que no son encontradas en otras áreas. Por ejemplo, Yucatán y Jalisco, 2 estados del país que son extremadamente diversos. Pero solo una pequeña proporción de especies se encuentra en ambos estados. Esto es típico en todos los estados de la República (ambos tipos de diversidad; es decir, dentro de cada estado hay gran diversidad, pero además, al compararse entre ellos, comparten pocas especies).

Causas: Factores geológicos, geográficos, biogeográficos y culturales.

Los factores geológicos que generan megadiversidad biológica en nuestro país son fundamentalmente de dos tipos: el primero tiene que ver con el tipo de rocas y de suelo en las distintas regiones, y el segundo con la orografía. A continuación los estudiaremos.

Para su estudio orográfico, la República Mexicana se divide en 10 unidades, como se puede ver en la tabla 3 y figura 2.2.1.

Tabla 3. Unidades orogénicas.
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Sierra Madre Occidental. Se extiende cerca de la costa occidental de nuestro país, siguiendo una dirección nornoroeste a sursureste; se inicia a 50 Km.. al sur del límite internacional con Estados Unidos de América, para terminar en el río Santiago, donde toca la Cordillera Neovolcánica.

Tiene una longitud de 1250 Km.. y su anchura media es de 150 Km.. En su porción norte está separada de la costa 300 Km.. y es más ancha; en el sur, reduce su anchura (50 Km..) y se aproxima más al mar, al grado que prácticamente desaparece la llanura costera. Su altura media es de 2250 m y tiene cimas que alcanzan 3 000 m en la región tarahumara y tepehuanes. Por su continuidad, sirve de barrera occidental a la Altiplanicie Mexicana y limita la planicie costera del mar de Cortés y parte de la del Océano Pacífico.

Sierra Madre Oriental. Situada en la parte este del zócalo continental con una dirección general nornoroeste a sursureste, se inicia en el sur del estado de Texas , en la región del Big Bend, para continuar centro del país en la Sierra del Burro y terminar en el Cofre de Perote, Punto de contacto con la Cordillera Neovolcánica. Tiene una longitud de 1350 Km.. y una anchura media de 150 Km.. Las cimas conservan en lo general una altitud de 2 200 m y alcanzan como máximo 3 000 m. En su parte norte se separa hasta 500 Km.. de la costa, pero converge hacia ella en el sur, al grado de que al terminar en el Cofre de Perote sólo queda a 75 Km.. del mar, por lo que la planicie costera es muy amplia.

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Figura 2.2.1. Principales Unidades Orográficas de México.

Cordillera Neovolcánica. Se extiende del Océano Pacífico al Golfo de México, constituyendo una ancha faja de 130 Km.. que arranca en la costa occidental desde la desembocadura del río Grande de Santiago hasta la Bahía de Banderas, se continúa hacia el sureste hasta encontrar el volcán de Colima y luego seguir aproximadamente el paralelo 19° N para llegar al Pico de Orizaba y al Cofre de Perote, en donde prácticamente se interrumpe, alcanzando 880 Km.. de longitud.

Del Cofre de Perote parte una derivación de 100 Km.. de longitud hacia la Punta de Villa Rica, al norte del puerto de Veracruz.

La serranía está constituida por materiales ígneos extrusivos y aloja numerosos volcanes, por lo que su nombre es correcto, teniendo en cuenta que es la última zona de actividad volcánica en nuestro país. También es acertado considerar a esta serranía como límite físico entre Norte y Centroamérica, así como límite altimétrico, orográfico, climático, límite biótico y etnológico.

Esta serranía contiene las mayores elevaciones del país (5 000 m), a excepción del Cerro Potosí y el Nevado de Colima.

Sierra Madre del Sur. Se extiende a lo largo, muy cerca de la costa del Pacífico, desde la Cordillera Neovolcánica en el Cabo Corrientes, hasta el istmo de Tehuantepec. Su longitud es de 1200 Km. con una anchura media de 100 Km. que en el estado de Oaxaca se amplía hasta 150 Km.; conserva una dirección general de noroeste a sureste.

Debido a que la serranía esta situada muy cerca de la orilla del mar, la planicie costera es algo angosta (de 50 a 100 Km.) y con frecuencia no existe; Asimismo, esta serranía posee la característica de tener su cresta a una altitud casi constante de poco más de 2 000 m, excepto en unas cuantas cimas elevadas que, sin embargo, no pasan de 2500 m. En toda su extensión tiene una vertiente sudoccidental directa al Océano Pacífico y gran parte de su vertiente interior se encuentra localizada en las cuencas de los ríos Balsas, Verde y Tehuantepec.

Sierra Madre de Oaxaca. Arranca del pico de Orizaba y termina en el Istmo de Tehuantepec, después de haber hecho contacto con la Sierra Madre del Sur. Tiene una longitud de 300 Km. y 75 Km. de anchura media; su altura, por lo general, sobrepasa los 2 500 m y las cimas son superiores a los 3000 m. Por la vertiente del Golfo de México define una amplia planicie costera que se conecta con la Sierra Madre Oriental y con la Meseta Central de Chiapas.

Sierra atravesada. A pesar de su corta longitud, las características especiales de orden geológico y su reducida altitud, hacen necesario considerar como unidad independiente a la serranía que recorre el Istmo de Tehuantepec en dirección oeste - este con una longitud de 100 Km.. Su altitud media es del orden de 500 m. Sus mayores eminencias no sobrepasan los 650 m de altitud.

Meseta Central de Chiapas. Forma una angosta elevación bastante plana con 50 Km. de anchura cuyo eje principal es de 250 Km. en dirección noroeste a sureste, desde el río Mexcalapa hasta la República de Guatemala. Tiene una altitud media de 2 000 m si bien en el noroeste es más elevada, ya que en San Cristóbal alcanza 2 400 m de altitud y en Comitán, al sureste 1620 m.

Plataforma Yucateca. Comprende la Península de Yucatán, limitada por el litoral del Golfo de México, canal de Yucatán y Mar de las Antillas. Como en el sur carece de un accidente característico, consideramos una línea imaginaria que partiendo del suroeste de la laguna de Términos, en la desembocadura del río Palizada, concluyera en el fondo suroeste del Golfo de Mosquitos, en Guatemala.

Tiene una anchura media de 350 Km. y una longitud de 500 Km.. De esta área así limitada, tres cuartas partes pertenecen a México, una octava a Guatemala y otra más a Belice.

Sistema Californiano. Se localiza a lo largo de la península de Baja California, con una dirección general nornoroeste a sur sureste, limitada al norte por el valle de San Joaquín dentro de Estados Unidos de Norteamérica y al sur por el Cabo San Lucas; tiene 1 430 Km. de longitud y una anchura media de 75 Km.. Sus mayores alturas las alcanza en la parte norte con 2 200 m y las menores en las cercanías de La Paz, donde se deprime hasta quedar reducida a 250 m. Puede considerarse que la cadena montañosa conserva una altitud media de 1 000 m.

Factores geográficos. Algunos autores consideran como los factores geográficos más importantes la ubicación en el planeta, la orografía y la hidrología y el clima; la ubicación de México en el planeta será discutida entre los factores biogeográficos; la orografía ya ha sido discutida como parte de los factores geológicos ; a continuación discutiremos la hidrología y el clima.

Hidrología. La complicada orografía del país determina primordialmente su hidrografía, igualmente compleja. Los ríos mexicanos, cuyas cuencas de captación se extienden consecuentes con los marcos del sistema orogénico, que fracciona y hace abrupto el territorio nacional, tienen, en lo general, cortos recorridos y fuertes pendientes longitudinales y transversales, factores que, unidos a la irregularidad y mala distribución de las lluvias, a la localización geográfica del país con relación a las trayectorias ciclónicas y a la ausencia de nevadas, hacen que el régimen de la mayor parte de los ríos sea intermitente y de carácter torrencial.

Para el estudio de la hidrología del país, éste se ha dividido en 14 regiones o unidades naturales, delimitadas prácticamente en todos los casos por medio de las líneas parteaguas del sistema orogénico y adoptando el recurso agua como factor determinante de regionalización. A continuación se hace una breve descripción de la localización geográfica, límites y algunas características significativas de cada una de las 14 regiones en que se considera dividido el territorio nacional.

1. Península de Baja California. Comprende la península de Baja California, que se halla prácticamente desvinculada del continente; excepción hecha de la zona déltica del río Colorado, que está incorporada a la región noroeste.

2. Noroeste. Se extiende entre los parteaguas de la Sierra Madre Occidental y el litoral del Océano Pacífico, quedando limitada al norte por la frontera con los Estados Unidos y a al sur por el parteaguas entre los ríos Santiago y Ameca, comprendiendo la parte de la cuenca de esas corrientes a partir de la confluencia del río Bolaños.

3. Pacífico Centro. Queda situada entre los parteaguas de la cordillera Neovolcánica y de la Sierra Madre del Sur y el litoral del Océano pacífico, colindando con las cuencas de los ríos Santiago y Balsas.

4. Cuenca del Balsas. Cubre toda la cuenca del río Balsas, desde su nacimiento en la cordillera Neovolcánica hasta su desembocadura en el Pacífico.

5. Pacífico Sur y Zona Ístmica. Comprende la Planicie Costera Sudoccidental, que se extiende entre los parteaguas de las Sierras Madre del Sur, Madre de Oaxaca y Madre de Chiapas y el Pacífico, así como las cuencas de los ríos Coatzacoalcos y Tonalá, de la vertiente del Golfo de México, quedando intercomunicada con ambas zonas por el llamado Portillo Ístmico.

6. Golfo Norte. Encierra la porción mexicana de la cuenca del río Bravo, las cuencas de los ríos San Fernando y Soto la Marina, entre otros de menor importancia, y la cuenca del Pánuco, excluyendo la subcuenca del río Tula, que está incorporada a la región Centro - Lerma

7. Golfo Centro. Se extiende entre los parteaguas de la Sierra Madre Oriental y el litoral del Golfo de México y queda limitada al norte, por el parteaguas con la cuenca del Pánuco, y al sur con el de la cuenca del Papaloapan, excluyendo la porción superior de la cuenca del río Tecolutla, que forma parte de la región Centro - Lerma.

8. Cuenca del Papaloapan. Comprende toda la cuenca del río Papaloapan, incluyendo el río Blanco, desde su nacimiento en la Sierra Madre de Oaxaca hasta su desembocadura en la laguna de Alvarado, en el litoral del Golfo de México.

9. Golfo Sur. Engloba las porciones mexicanas de las cuencas de los ríos Grijalva, Usumacinta y Candelaria, incluyendo otras corrientes de menor importancia, que drenan a la Planicie Costera del Sureste.

10. Península de Yucatán. Comprende toda la Plataforma Yucateca, que se extiende desde el parteaguas del río Candelaria y la frontera con Guatemala hacia el norte.

11. Cuencas Cerradas de Chihuahua. Incluyen las Cuencas Cerradas de los ríos Casas Grandes, Santa María y del Carmen, así como las correspondientes a las lagunas Bavícora, Bustillos, Mexicanos y otras situadas en la Altiplanicie Septentrional.

12. Cuencas Cerradas del Norte. Están situadas en la Altiplanicie Septentrional y ciñen las zonas denominadas Bolsón de Mapimí y El Salado, que se extienden por el norte, desde el parteaguas del río Bravo y por el sur hasta el parteaguas del río Lerma.

13. Cuencas de los ríos Nazas, Aguanaval y otros. Comprenden las Cuencas Cerradas de los ríos Nazas y Aguanaval, así como las correspondientes a las lagunas de Viesca, Palomas y Santiaguillo.

14. Centro Lerma. Se extiende desde la cuenca del río Lerma - Santiago, en sus orígenes, hasta el parteaguas entre los ríos Juchipila y Bolaños; las cuencas cerradas de los lagos de Cuitzeo, Pátzcuaro, Sirahuén y otros; la porción sur de la cuenca del Pánuco, correspondiente a la subcuenca del río Tula; el valle de México; los valles de Oriental, Libres y El Seco; y la parte superior de la cuenca del río Tecolutla, situadas todas en la Altiplanicie Meridional.

El relieve accidentado del país impide la existencia de ríos caudalosos y de régimen perenne, como los de otras regiones continentales. Solamente en las vertientes de ambos litorales existen corrientes de cierta importancia por su potencialidad de escurrimiento, y es en la porción sur de la vertiente del Golfo de México donde están alojadas las cuencas de captación de los cuatro grandes ríos de México: Papaloapan, Coatzacoalcos, Grijalva y Usumacinta.

El volumen medio anual aportado por todas las corrientes superficiales del país, asciende a 357 017 millones de metros cúbicos (que corresponden a 181 485 metros cúbicos por kilómetro cuadrado de territorio), que se generan en el 83% de la superficie nacional, ya que el resto del territorio prácticamente carece de agua. El 57% de dicho volumen es aportado por solamente siete ríos, cuyas cuencas de captación en conjunto comprenden el 23% de la superficie del país. Estas corrientes se pueden ver en la tabla 4.

Figura 2.2.2. Mapa del país con los principales ríos.
Tabla 4. Presenta los ríos más caudalosos del país, el número de Kilómetros cuadrados de la cuenca y el escurrimiento promedio y por kilómetro cuadrado.


El Clima. En el nivel global, dos son los factores más importantes del clima, uno astronómico y el otro meteorológico, a saber: latitud y circulación atmosférica.

La radiación solar, prácticamente única fuente de energía extraterrestre, es la que se encarga de mover la inmensa maquinaria termodinámica que es la atmósfera, a través de contrastes de temperatura (y por lo tanto de la densidad del aire), que se establecen entre las regiones ecuatoriales caldeadas por el sol y las regiones polares frías debido al fuerte ángulo de incidencia de los rayos solares. La inclinación del eje de rotación de la Tierra con respecto al plano del sol, determina que la radiación solar no sea homogénea sobre amplias zonas del planeta, determinando el paso de las estaciones.

Este calentamiento heterogéneo de la superficie terrestre potenciado por la contrastante capacidad calorífica de las masas de agua (océanos) y de tierra (continentes), permite que masas de aire de temperatura diferencial, se muevan sobre la superficie planetaria, generando la Circulación Atmosférica. La combinación de éstos factores determinan, a grandes rasgos, las grandes regiones climáticas del mundo.

A nivel más local, los factores que determinan el clima de un lugar determinado son, en orden de importancia: 1. La latitud, 2) la orografía, 3) la distribución de las tierras y los mares, 4) Las corrientes marítimas y 5) Las tormentas y sus trayectorias.

Por su latitud, una gran parte de nuestro país se encuentra en la zona intertropical; a pesar de ello, las temperaturas de vastas áreas de esta zona no son tan altas como debiera ser, y esto gracias a la altitud. En efecto, es un hecho bien conocido que la temperatura del aire disminuye normalmente con la altura sobre el nivel del mar, de manera que los lugares bajos, cercanos a este, presentan en general temperaturas medias superiores a las de los lugares con altitudes mayores; especialmente si dichos lugares se encuentran rodeados de altas montañas que dificultan la circulación del aire como es el caso del Valle o Depresión del Balsas en el sur de la República, donde las temperaturas medias anuales se encuentran cercanas a los 30°C.

A pesar del predominio que ejerce la altitud sobre la temperatura de los climas de la República Mexicana, se observa una variación estacional de dicho elemento, especialmente en la porción norte de la Altiplanicie Mexicana, que está ligada obviamente al tipo de régimen térmico o sea a la marcha anual de la temperatura.

En general, durante la mitad caliente del año las temperaturas son más altas en el norte del país que en el sur; mientras que, en la mitad fría, aquéllas son desde luego muy inferiores a sus contrapartes sureñas. Es decir, que en el sur de la República, las temperaturas oscilan mucho menos que en la porción septentrional característica ésta asociada con la aridez de los estados norteños. Para fines prácticos, se hizo una subdivisión de las zonas térmicas como se ve en la tabla 5.


Tabla 5. Subdivisión de las zonas térmicas de México. >/center> <center>

La zona Muy Cálida abarca las costas del Pacífico, de la Bahía de Banderas hacia el sur, hasta el límite con Guatemala y desde el nivel del mar hasta altitudes de 100 a 200 metros, así como una pequeña zona del litoral cerca de la desembocadura del Río Grande se Santiago y la cuenca del balsas a altitudes menores de 600 metros.

Por el lado del Golfo de México se encuentra en tres pequeñas zonas aisladas, que se sitúan en la llanura costera a la sombra pluviométrica de algunas sierras, como la que se halla detrás de la sierra de Tamaulipas, la del sur de las sierras de Teziutlán y Zacapoaxtla y la que se halla detrás de la Sierra de Los Tuxtlas; también se extiende sobre la parte este de la llanura Tabasqueña y la parte central de la Península de Yucatán.

La Zona Cálida, comprende las planicies costeras del Golfo de México y del Pacífico hasta altitudes desde 800 o 1000 metros en el sur y hasta altitudes de 100 o 200 metros en el norte; además la cuenca del Balsas y la Depresión Central de Chiapas, desde los 600 hasta 1800 metros de altitud; hay también una tira angosta a lo largo de las costas orientales de la Península de Baja California, y otra situada en la base occidental de las montañas de la parte sur de la misma.

La Zona Semicálida, cubre las laderas este de la Sierra Madre Oriental, las zonas de la Meseta Central de Chiapas y de la Sierra Madre de Chiapas entre los 1800 y 2000 metros; las áreas de las vertientes norte y sur de la Sierra Madre del Sur, a altitudes entre 1800 y 2000 metros; las laderas australes del Eje Volcánico, de altitud comprendida entre 1600 y 1800 metros; las pendientes del oeste de la Sierra Madre Occidental; la parte central y las costas occidentales de la Baja California, así como gran parte de la Mesa del Norte y las regiones del Bajío y Valle de Guadalajara.

La Zona Templada incluye una gran parte de las sierras de Zacatecas y Guanajuato y de la Sierra Madre Occidental, el Eje Volcánico, la mesa central y las porciones más elevadas de la Sierra Madre del Sur, así como la región de la Mixteca y las partes más elevadas de la Sierra Madre y de la Meseta Central de Chiapas.

La Zona Semifría, comprende laderas montañosas de altitud entre 2800 y 4000 metros de la Sierra Madre Occidental, del Eje Volcánico y de la sierra de Juárez, en la Baja California.

La Zona Fría, está reducida a las cúspides de los picos nevados más altos del centro del país, cuya altitud se encuentra por arriba de los 5000 metros.

La precipitación pluvial es, junto con la temperatura, factor determinante en el clima. En México, la zona más lluviosa, con precipitaciones superiores a 100 mm, se encuentra al sur del paralelo 22° norte y comprende las pendientes montañosas de las porciones central y sur del país que se inclinan al Golfo de México y que se encuentran directamente expuestos a los vientos húmedos del mar, asociados con los alisios, los nortes y los ciclones tropicales.

Durante el verano, con el desplazamiento hacia el norte del anticiclón del Atlántico septentrional, dominan los vientos alisios, que, con una dirección general de noroeste a suroeste en superficie o de este a oeste en las alturas, introducen una gran cantidad de humedad que han recogido al pasar sobre las aguas calientes del Golfo de México. Al encontrarse con las laderas montañosas que se inclinan al Golfo de México, las masas de aire húmedo se ven obligadas a ascender, se enfrían y descargan en forma de lluvia su abundante humedad. La cantidad de lluvia aumenta aún más en esta estación por la presencia de las perturbaciones ciclónicas que tienen su origen en el Mar de las Antillas. Estos ciclones tropicales son más frecuentes hacia fines de verano y principios de otoño y su influencia se pone de manifiesto en el aumento de una cuantía de la lluvia de los meses de septiembre y octubre

Durante la mitad fría del año la influencia de los alisios queda relegada a algunas zonas bajas del sur del país ya que la zona subtropical de alta presión se encuentra desplazada hacia el Ecuador y con ella la faja de los alisios, lo que se traduce en una disminución de la precipitación en ésta época. Sin embargo, durante el invierno, los nortes que se originan por el desplazamiento hacia el sur de masas de aire polar, producen precipitaciones abundantes en el sur de Veracruz, Tabasco y Campeche debido a que recogen humedad del Golfo de México. Debido a esto, hay cuatro áreas con precipitación mayor a 3500 mm al año: la región situada inmediatamente al norte del paralelo 20° norte (laderas de las Sierras de Teziutlán y Zacapoaxtla); la situada al sur del paralelo 18° norte (Sierras de Ixtlán y Mixes); la parte de la Sierra de Los Tuxtlas que mira hacia el Golfo de México, y la vertiente boreal de las montañas del norte de Chiapas.

De estas precipitaciones extremas, pasamos por toda la gradación hasta llegar a la parte más seca del país, que es la porción noroeste de la llanura costera del Pacífico, pues se encuentra dentro de la faja subtropical de altas presiones. Tiene una altitud inferior a 200 m y sus vientos dominantes son descendentes y secos; hay áreas como la próxima al río Colorado con menos de 50 mm de lluvia al año.

Como puede verse, tenemos en México tanta variedad de climas, que ninguno de los sistemas de clasificación climática era lo bastante detallado para describirla, hasta que en 1964 Enriqueta García modificó el sistema de Köpen, generando un nuevo sistema más detallado, que da idea más cercana a las variadas condiciones climáticas del país.

El estudio de la clasificación modificada por E. García rebasa los objetivos de éste texto, pero mencionaremos que en el país están representados 4 de los grandes grupos climáticos: los cálido húmedos (A), los secos (B), los templados húmedos (C) y los climas fríos (E), aunque éstos últimos solo se encuentran en reducidas áreas que corresponden a las montañas de altitud superior a 4000 m.

Factores biogeográficos.- Como ya hemos visto en el tema 1 de la Segunda Unidad, nuestro país está considerado como la zona limítrofe entre las dos Regiones Biogeográficas del Continente Americano. Todos los demás Reinos están separados por barreras geográficas formidables, como pueden ser Océanos, grandes cordilleras o desiertos extremosos. Pues bien, la Región Biogeográfica del Norte de América, la Neártica, es prácticamente continua con la del Sur, la Neotropical.

Durante millones de años, Norte y Sudamérica estuvieron separados por unos 100 kilómetros de mar, pero hasta tiempos relativamente recientes se unieron de la siguiente manera: a) Durante el Mioceno, este mar se cerró progresivamente de norte a sur por efecto de la tectónica de placas; b) Un surgimiento de tierra por el mismo efecto de las placas tectónicas formó un corredor entre Norte y Sudamérica.

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Figura 2.2.3. Mapa donde se muestra la posible división de México en las dos Regiones Biogeográficas que lo enriquecen: Neártica y Neotropical.

Esta unión permitió un flujo de especies de una Región a otra, dando como resultado una serie de extinciones por exclusión competitiva, así como el establecimiento de una zona de transición extremadamente rica en especies de ambos Reino. Esta zona de transición es México.

Así, si sumamos la extrema diversidad de climas generados por la complicada orografía de nuestro país con el hecho de ser un pasillo bidireccional de flujo de especies norte - sur, obtenemos que México es uno de los países más biodiversos del mundo.

Las Provincias Bióticas de México. El estudio de las condiciones físicas de nuestro país (orografía, hidrografía y clima) nos da los argumentos básicos para poder abordar el estudio de la biota asociada a las condiciones generales de cada zona particular; es decir, podemos abordar algunos problemas biogeográficos.

Como ya se comentó en el contenido anterior, México es el límite de dos reinos biogeográficos, el Neártico y el Neotropical; no obstante, como ya hemos estudiado, nuestro país presenta una gran variedad de zonas fisiográficas, tanto por su orografía como por su clima. Debido a ello, la biota asociada a cada región es distinta, por lo que diversos autores han propuesta subdividir al país en regiones que, en este caso por tratarse de zonas más pequeñas que los reinos biogeográficos, se les llama Provincias Bióticas. Goldman y Moore señalan que se trata de áreas regionales que se agrupan en base al análisis de especies y consideraciones que pueden incluir relaciones bióticas e historia geológica.

Acerca de la biogeografía de nuestro país, existen tres trabajos principales: uno de Goldman y Moore de 1946 (Las Provincias Bióticas de México), uno más de Stuart (1964) y otro de Rzedowski de 1972 (Provincias Florísticas de México). El primero de estos trabajos es eminentemente zoológico, ya que se basa en la distribución geográfica de aves y mamíferos, aunque incluye información botánica básica; el trabajo de Stuart es muy parecido al de Goldman y Moore y no agrega información biológica importante; mientras que el trabajo de Rzedowski, como su nombre lo indica, está basado en la distribución geográfica de diversos grupos vegetales.

El estudio comparativo de los trabajos más importantes (Goldman y Moore, y Rzedowski), arroja como resultado dos hechos innegables: en primer lugar, resulta muy obvia la gran similitud en cuanto al número de provincias bióticas que cada trabajo establece (18 y 17 respectivamente); y en segundo lugar, que existe una gran concordancia geográfica en cuanto a la distribución y extensión geográfica de las provincias que en cada trabajo se determinan, pudiendo establecerse una clara correspondencia en casi todos los casos. No obstante, el trabajo de Rzedowski se acerca más a los objetivos que perseguimos en el curso. Así, decidimos emplear este trabajo como base para la presente sección, aunque lo enriqueceremos con la información aportada por Goldman y Moore cuando estemos seguros de que existe una concordancia razonable en las Provincias que establecen. En algunos pocos casos esto no será posible y deberemos acudir a otras fuentes.

Figura 2.2.4. Provincias bióticas de México.


Provincias Bióticas de México 1. Provincia Biótica de California 2. Provincia Biótica de la Isla Guadalupe 3. Provincia Biótica de la Sierra Madre Occidental 4. Provincia Biótica de la Sierra Madre Oriental 5. Provincia Biótica de las Serranías Meridionales 6. Provincia Biótica de las Serranías Transístmicas 7. Provincia Biótica de Baja California 8. Provincia Biótica de la Planicie Costera del Noroeste 9. Provincia Biótica de la Altiplanicie 10. Provincia Biótica de la Planicie Costera del Noreste 11. Provincia Biótica del Valle de Tehuacan - Cuicatlán 12. Provincia Biótica de la Costa Pacífica 13. Provincia Biótica de las Islas Revillagigedo 14. Provincia Biótica de la Depresión del Balsas 15. Provincia Biótica del Soconusco 16. Provincia Biótica de la Costa del Golfo de México 17. Provincia Biótica de la Península de Yucatán


1. Provincia Biótica de California. Esta Provincia va desde el sudoeste de California atravesando el límite internacional Estados Unidos - México e incluye la Sierra de Juárez, la de San Pedro Mártir y la vertiente occidental de estas montañas hasta la costa del Pacífico.

Las partes más altas están cubiertas por bosques donde predomina el pino amarillo y el de azúcar; las partes más bajas están cubiertas de “manzanita (Arctostaphylos glauca), “chamiso” (Adenostoma fasciculatum) y “palo amarillo” (Heteromeles arbutifolia). Hasta la época se conocían 65 géneros de fanerógamas endémicas, entre las que podemos mencionar a Adenostoma, Calycadenia, Fremontodendron, Muilla, Orcuttia y Venegasia.

Algunos mamíferos característicos son el coyote (Canis latrans clepticus), el puma de California (Felis concolor californica), los ratones Peromyscus truei martirensis y Dipodomis gravipes, así como el ciervo mula de California Odocoileus hemonius californicus (Fig. 2.2.5).

Una de las aves más características es el cóndor de California (Gimnogyps californicus), extinto localmente durante largos años, pero que gracias a trabajos de conservación y reintroducción a su hábitat natural por parte de los estadounidenses, ahora nuevamente recorre los cielos de Baja California (Fig. 2.2.6).

Figura 2.2.5. Ciervo mula.
Figura 2.2.6. Cóndor de California.


2. Provincia Biótica de Isla Guadalupe. Localizada a unos 260 Km.. al oeste del tercio norte de Baja California, mide unos 32 Km.. de largo por 4 a 8 de ancho; es en realidad un antiguo cono volcánico. Su clima es semejante al de la costa de California.

Entre la vegetación podemos encontrar pinos, cipreses y robles, conociéndose 34 especies y 2 géneros endémicos: Baeriopsis y Hesperalea.

No se conocen mamíferos terrestres nativos. Sin embargo, se reportan elevadas cantidades de Lobo fino de Guadalupe (Artocephalus townsendi, Fig. 2.2.7) y nutria marina (Enhidra lutris nereis), así como otros mamíferos marinos. La avifauna local ha sido arrasada por la introducción de cabras, gatos y perros; posiblemente unas cinco especies se encuentren actualmente extintas.

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Figura 2.2.7. Lobo fino de Guadalupe y nutria marina.


3. Provincia Biótica de la Sierra Madre Occidental. Esta Provincia va desde Sonora y Chihuahua hasta Nayarit, Zacatecas y norte de Jalisco. Esta zona de origen volcánico presenta bosques de pino (Pinus), encino (Quercus) y abeto (Abies religiosa). Se reportan diversas especies vegetales endémicas con solo 5 géneros restringidos a la zona. Arnicastrum, Pionocarpus, Pippenalia, Stenocarpha y Tricorne.

Entre los mamíferos se reportan el venado cola blanca (Odocoileus virginianus couesi), las ardillas Sciurus aberti durangi y Sciurus apache apache; en diversos grados de extinción local, también se mencionan al oso negro (Euarctos americanus machetes), el oso grizzli (Ursus arctos horribilis), lobo (Canis lupus baileyi), y el puma (Felis concolor azteca).

Existen algunos géneros de aves endémicas como un gorrión (Xenospiza), la chara (Cyanocorax) y Otophanes, además de algunas especies y subespecies.

4. Provincia Biótica de la Sierra Madre Oriental. Incluye partes de Coahuila, Nuevo León, Tamaulipas, San Luis Potosí, Querétaro, Hidalgo, Veracruz y Puebla. En esta Provincia predominan los bosques de encino (Quercus) y secundariamente los de pino (Pinus). Las planicies contienen pastizales, así como arbustos y árboles pequeños como acacias diversas, yucas, agaves y cactus. Tres géneros endémicos pueden citarse: Greenmaniella, Loxothysanus y Mathiasella.

Se pueden encontrar mamíferos como el zorrillo (Conepatus pediculus), el oso negro (Euarctos americanus eremicus) y venado cola blanca (Odocoileus virginianus miquihuanensis).

Entre las aves, podemos encontrar a la codorniz cotuí (Colinus virginianus aridus).

5. Provincia Biótica de las Serranías Meridionales. Incluye el Eje Volcánico Transversal, la Sierra Madre del Sur y el Complejo Montañoso del Norte de Oaxaca. Al igual que otras provincias Bióticas de México, predominan los bosques de pino (Pinus) y encino (Quercus) (Ver figura 2.2.8). Presenta las elevaciones más altas de México y de Norteamérica al sur de Alaska.

Por su longitud y diversidad es de las más importantes del país, pues abarca 11 estados. Presenta además la mayor actividad volcánica con manifestaciones recientes (Paricutín y Popocatépetl).

Debido a la altitud y a las condiciones climáticas, se encuentran diversas asociaciones florísticas: en las vertientes de entre 1500 y 2000 msnm. se forma un cinturón de bosque neblinoso con especies de roble y helechos arborescentes. Las elevadas llanuras interiores contienen pastizales , yucas, agaves y cactos además de otros arbustos y árboles pequeños. En las pendientes montañosas hay bandas de robles, pinos, encinos y abetos. Existen algunos géneros endémicos como Achaenopodium, Hintonella, Microspermum, Omiltemia, Peyritschia y Silvia.

Entre los mamíferos, se presenta una variedad de tuzas, así como algunas especies endémicas de tipo relicto como el conejo y el ratón de los volcanes (Romerolagus diazi y Neotomodon alstoni).

Figura 2.2.8. Bosque en una cañada del Parque Estatal Omiltemi, en Guerrero.

La zona está habitada por más de 80 aves endémicas de las que mencionaremos solo algunas: Vireo nanus, Aechmolphus mexicanus, la chara enana Cyanolica nana, el cuitlacoche ocelado Toxostoma ocellatum y la mascarita transvolcánica Geothlipis speciosa.

6. Provincia Biótica de las Serranías Transístmicas. Incluye las montañas de Chiapas llegando a las partes más elevadas de la mitad norte de Centroamérica. Predominan los bosques de pino (Pinus) y encino (Quercus). Entre la flor acompañante podemos encontrar ciruelos (Prunus), liquidámbar, mirtos (Eugenia) y espino cerval (Rhamnus). Algunos géneros vegetales endémicos son Eiza, Eremogeton y Rojasianthe.

Entre la fauna podemos encontrar una especie de cacomixtle nativo (Bassariscus sumichrasti) y al quetzal (Pharomachrus mocinno).

Figura 2.2.9. Quetzal


7. Provincia Biótica de Baja California. Abarca exclusivamente el área peninsular con las islas cercanas de ambos litorales. La distribución de las lluvias y la topografía genera una diversidad de variantes regionales que van desde uno de los desiertos más áridos del continente (desierto del Vizcaíno), hasta bosques bajos relativamente densos en la zona sur. Se pueden encontrar plantas muy adaptadas a la consecución y conservación del agua como el ocotillo (Fouquieria splendens), una planta espinosa muy notable por su tipo de ramificación desde el suelo; o Idria columnaris, arbusto alto de tronco muy engrosado en la base. En la costa es posible encontrar manglares con plantas como Rizophora mangle y Conocarpus erecta. Algunas plantas endémicos son Alvordia, Burragea, Coultorella, Pachycormus Pelucha y Ferocactus diguetii (Fig. 2.2.10).

Entre la fauna podemos encontrar murciélagos como Natalus mexicanus, liebres como Lepus californicus, la rata canguro Dipodomis merriami platycephalus, el venado berrendo Antilocapra americana peninsularis y el borrego cimarrón (Ovis canadensis cremnobates).

Algunas aves endémicas son el colibrí zafiro de xantus Hylocharis xantusii, el cuitlacoche de Baja California Toxostoma cinereum cinereum y Lanius ludovicianus nelsoni.

Figura 2.2.10. Ferocactus diguetii.

8. Provincia Biótica de la Planicie Costera del Noroeste. Abarca casi todo Sonora y Sinaloa. Su flora es algo parecida a la de Baja California y podemos encontrar al ocotillo (Fouquieria splendens) y al cardón (Pachycereus pringlei). Algunos géneros endémicos son Agiabampoa, Canotia y Carnegiea.

Algunos mamíferos de la zona son el murciélago Pipistrellus hesperus hesperus, el tlalcoyote Taxidea taxus sonorensis, el zorrillo Conepatus sonorensis, el venado Odocoileus Hemonius eremicus y el borrego cimarrón Ovis canadensis gaillardi.

Aves que habitan en esta Provincia tenemos entre otras al toquí de la Isla Tiburón (Pipilo fuscus jamesi) y al zacatonero (Aimophila carpalis carpalis).

9. Provincia Biótica de la Altiplanicie. Va desde Chihuahua y Coahuila hasta Jalisco, Michoacán, Estado de México, Tlaxcala y Puebla. Es la más extensa; con una altitud entre 1000 y 20000 msnm. Se pueden encontrar pastizales interrumpidos por mezquite (Prosopis juliflora), diversas especies de acacias, arbustos de cerosota (Covillea tridentata) y muchos otros arbustos desérticos como yucas, agaves y cactos como el garambullo (Myrtillocactus geomitrans). Se conocen 16 géneros de plantas leñosas endémicas, entre las que podemos citar a Ariocarpus, Eutetras, Grusonia, Lophophora, Sartwellia y Sericodes.

Entre otros mamíferos podemos encontrar zorras (Vulpes macrotis zinseri), el perrito mexicano de las praderas (Cynomys mexicanus), liebres (Lepus gaillardi gaillardi), venado berrendo (Antilocapra americana mexicana) y borrego cimarrón mexicano (Ovis canadensis mexicana).

De entre las aves podemos mencionar al pato (Anas diazi novimexicana), al mergo mayor (Mergus merganser americanus), el carpintero (Colaptes cafer collaris), el vireo (Vireo bellii) y el cuitlacoche (Toxostoma dorsale dumosum).

10. Provincia Biótica de la Planicie Costera del Noreste. Abarca casi todo Tamaulipas, los dos tercios nororientales de Nuevo León y partes de Coahuila, San Luis Potosí y Veracruz. La vegetación está constituida en su mayor parte por bosque espinoso y matorrales xerófilos que incluyen yucas, agaves y cactos. Quizá los únicos géneros endémicos sean Clappia, Nephropetalum, Pterocaulon y Runyonia.

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Figura 2.2.11. Armadillo.

Algunos mamíferos característicos son el coyote Canis latrans microdon, el puma Felis pardalis albescens, y el armadillo Dasypus novemcinctus texanus (Fig. 2.2.11).

Entre las aves características se encuentran la codorniz (Colinus virginianus texanus), el perico (Aratinga astec vecinalis), el tecolote (Otus asio semplei) y el colibrí (Amazilia yucatanensis chalconota).

11. Provincia Biótica del Valle de Tehuacan – Cuicatlán. Es una de las provincias más pequeñas en la parte sureste de Puebla y parte de Oaxaca, incluyendo una pequeña porción de Veracruz; no obstante, este valle está considerado como uno de los 12 centros de megadiversidad más importantes del mundo. Posee clima seco y una irregular topografía. Se encuentra una diversidad de plantas como el cardón (Lemairocereus weberi), el quiotillo (Escontria chiotilla), el tetecho (Neobuxbamia tetetzo), mimosa (Mimosa luisana) y los cactos Cephalocereus hoppenstedtii (figura 2.2.12) y Echinocactus platyacanthus. La diversidad vegetal alcanza unas 2700 especies con un endemismo calculado de 30% (unas 810 especies). Del total de los cactos columnares de México, 55% se presentan en esta Provincia y de ellos, 30% son endémicos. Algunos géneros vegetales restringidos a esta zona son Oaxacania, Pringleochloa, Solisia y Gypsacanthus.

Figura 2.2.12. Cacto columnar de la especie Cephalocereus hoppenstedtii.

De entre la mastofauna, sobresalen los murciélagos, con 34 especies. Asimismo, se han identificado unas 90 especies de aves, 10 de ellas endémicas, entre las que se encuentran el cascador ocelado (Toxostoma ocelatum) y el gorrión de brida (Airmophilla mystacalis).

12. Provincia Biótica de la Costa Pacífica. Es una angosta franja que va desde el este de Sonora y suroeste de Chihuahua hasta Chiapas; en el Istmo de Tehuantepec se bifurca para abarcar la depresión central de Chiapas. La familia leguminosae está particularmente bien representada. Entre las plantas prominentes podemos citar a la ceiba (Ceiba acuminata y C. parvifolia), diversos higos silvestres (Ficus), acacias (Acacia cymbispina y A. hindisii) y cazahuates (Ipomea arborescens e I. wolcottiana). Algunos géneros posiblemente endémicos son Eryngiophyllum, Riesenbachia y Soderstromia.

Los mamíferos se encuentran representados por el coatí (Nasua narica pallida y N. narica molaris) (Fig. 2.2.13), jaguar (Felis onca arizonensis), yaguarundi (Felis yaguaroundi tolteca), ocelote (Felis pardalis sonorensis y F. pardalis nelsoni) y el murciélago pescador (Noctilio leporinus mexicanus).

Algunas aves representativas son la codorniz (Lophortyx douglasii douglasii y L. douglasii impedita), chachalacas (Ortalis wagleri griseicops), tecolotes (Otus guatemalae tomlini), mosqueseros (Empidonax difficilis culiacani y E. albigularis subtilis) y tordo (Turdus rufo-pallidus).

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Figura 2.2.13. Coati.

13. Provincia Biótica de las Islas Revillagigedo. Estas islas se encuentran a unos 400 Km.. al sur de Cabo San Lucas e incluye a muchas islas dispersas. Su flora es muy pobre; de las 165 especies que se conocen unas 30 especies o subespecies son endémicas. Entre las nativas se incluyen unas 5 especies: un nopal (Opuntia occidentalis), una especie de Passiflora, una de Rubus, una orquídea terrestre afín al género Habenaria, así como Psidium sartorianum.

No se conocen mamíferos terrestres nativos. Algunas aves aparentemente confinadas a esta Provincia son las aguilillas (Buteo jamaicensis socorroensis), el toquí (Pipilo maculatus carmani) y Nyctanassa violacea gravirrostris.

14. Provincia Biótica de la Depresión del Balsas. Se intercala entre el Eje Volcánico Transversal y la Sierra Madre del Sur e incluye partes de Jalisco, Michoacán, Estado de México, Guerrero, Morelos, Puebla y Oaxaca. Los árboles que prosperan incluyen especies de copal (Bursera), además de Ceiba parvifolia y brasil (Haematoxylon brasiletto). Asimismo se desarrollan cactos de los géneros Lemairocereus, Cephalocereus y Mammilaria, del cuál se presentan 15 especies. El copal (Bursera) es de los árboles más diversificados, ya que se presentan 24 de las 60 especies de éste género. La Depresión del Balsas es el centro de distribución del género Leucaena y de las familias Commelinaceae y Fabaceae. Algunos géneros exclusivos de esta Provincia son Backenbergia, Haplocalymma y Pseudolopezia.

Entre la fauna de mamíferos se presentan los murciélagos Myotis californica y M. volans, el pécari de collar (Tayassu tajacu), la zorra gris (Urocyon cinereoargentus), el ocelote (Felis pardalis) y el jaguar (Felis onca).

La avifauna está representada por la lechuza del balsas (Otus seductus), el periquito de cabeza naranja y el verde (Aratinga caracularis y A. holochlora), los vireos enano y pizarra (Vireo nelsoni y V. brevipennis) (Fig. 2.2.14), así como la codorniz bandeada (Philortyx fasciatus).

Informes recientes reportan la presencia de 11 mariposas papilionidas endémicas.

Figura 2.2.14. Vireo pizarra.


15. Provincia Biótica del Soconusco. Corresponde a una estrecha faja en las estribaciones inferiores de la Sierra madre de Chiapas; se prolonga un poco hacia Guatemala y está constituida por un manchón de bosque mesófilo de montaña. Presenta una significativa proporción de especies endémicas; algunos géneros endémicos son Pinaronphyllon y Plocaniophyllon.

Algunos mamíferos presentes son los ratones Heteromys nelsoni y H. desmarestianus; la musaraña (Sorex sausseri cristobalensis), y el venado (Odocoileus virginianus nelsoni) (Fig. 2.2.15).

Las aves están representadas por el pajuil (Penelopina nigra nigra), la codorniz cotuí (Colinus virginianus minor), otras codornices (Dactylortyx thoracicus lineolatus y D. thoracicus chiapensis) y el chipe rosado (Ergaticus versicolor).

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Figura 2.2.15. Venado cola blanca.


16. Provincia Biótica de la Costa del Golfo. Constituida por una franja continua que abarca las partes bajas de los estados de Veracruz y Tabasco, además de partes de Tamaulipas, San Luis Potosí, Hidalgo, Puebla, Oaxaca y Chiapas. La flora es de impresionante riqueza, presentándose principalmente el bosque tropical perennifolio y secundariamente encinares, bosque mesófilo de montaña y bosque tropical caducifolio. Entre los géneros más importantes están Dialium, Pimenta, Scheelea y Vochysia. Otras plantas presentes son Castilla elastica, Cecropia mexicana, Cedrela mexicana y Theobroma cacao.

Algunos mamíferos característicos son el coatí (Nasua narica narica), jaguar (Felis onca veracrucis), mono aullador (Alouatta palliata mexicana), mono araña (Ateles geoffroyi), venado temazate (Mazama sartorii) (Fig. 2.2.16) y el hormiguero (Tamandua tetradáctila mexicana).

La ornitofauna está representada por dos tinamús (Tinamus major percautus y Cryptorellus soui meserythrus), el loro corona azul (Amazona farinosa guatemalae), el fandanguero (Campylopterus curvipennis excellens) y el semillero (Sporophila aurita corvina).

Figura 2.2.16. Venado temazate.

17. Provincia Biótica de la Península de Yucatán. Aunque posiblemente ocupe en realidad toda la península, sus límites hacia el sur aún no han sido definidos con exactitud. No obstante que su biota es muy semejante a la Provincia de Veracruz, presenta muchos endemismos. Entre la vegetación podemos encontrar al órgano (Beaucarnia pliabilis), al maguey (Agave sisalana), acacia (Acacia globiflora), palo blanco (Lysiloma sabicu), ya’axnik (Vitex gaumeri), así como el árbol de sombra Enterobius cyclocarpum. Algunos géneros florísticos presentes únicamente en esta Provincia son Asemnathe, Beltrania, Goldamnella, Harleya y Plagiolophus.

Algunos mamíferos de la Península son: el tlacuache (Didelphys marsupialis yucatanensis), el mono araña (Ateles geoffroyi yucatanensis) (Fig. 2.2.17), las ardillas Sciurus depei vivax y S. yucatanensis yucatanensis; también se encuentran el agutí (Dasyprocta punctata yucatanica), el venado temazate (Mazama sartori pandora) y el venado cola blanca (Odocoileus virginianus yucatanensis).

Figura 2.2.17. Mono araña.

Las aves están representadas por el tinamú canelo (Cryturellus cinnamomous intermedius), el flamenco (Crax rubra), la chachalaca (Ortalis vetula pallidoventris), la codorniz silbadora (Dactylortyx thoracicus sharpei), el pavo ocelado (Agriocharis ocellata) (Fig. 2.2.18) y loro yucateco (Amazona xantholora).

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Figura 2.2.18. Pavo ocelado.

Causas culturales.- México tiene una gran variedad cultural que, según Toledo (1994), presenta una elevada relación con la diversidad biológica, ya que entre nueve países reúnen el 60% de lenguas humanas. De estos 9 centros de diversidad cultural, 6 también se encuentran en la lista de naciones con megabiodiversidad. México es uno de los países con un número excepcional tanto de especies biológicas como de lenguajes (ver tabla 6).

Tabla 6. Países con la mayor cantidad de Lenguajes humanos.
(en cursivas, se representan los países con megadiversidad biológica).

Por otra parte, a diferencia de la alimentación tan poco variada de la población occidentalizada, los grupos étnicos hacen un amplio uso de la biodiversidad como fuente de nutrición. Por ejemplo, en un pueblo estudiado en Totonacapan, Veracruz, la etnia usan y manejan 355 especies de plantas, animales y hongos (ver tabla 7).

Tabla 7. Número de especies usadas en el pueblo Totonaca.

En el estado de México (Ramos - Elorduy, Pino y Cuevas 1998) identificaron 104 especies de insectos comestibles que son consumidos por las etnias (Otomí, Náhuatl, Mazahua y Zapoteca) que habitan en dicho estado. Esto a permitido una mejor alimentación de estos pueblos que habitan un estado catalogado con una mala nutrición (sobre todo por razones de pobreza) en comparación de otros estados que no practican la entomofagia. Se ha demostrado que los insectos son una buena fuente de proteínas, vitaminas, sales minerales y que son altamente digeribles. La calidad de las proteínas de estos insectos comparada con el patrón de la FAO, permite concluir que su calidad es buena y que son ricas en aminoácidos esenciales como: lisina, isoleucina, leucina, metionina+cisteina, fenil-alanina+tirosina, treonina, valina y algunas especies son ricas en vitaminas del complejo B. De los insectos consumidos el orden mejor representado fue el Himenóptera (abejas, avispas y hormigas) con 22 especies, seguido por el orden Hemíptera (diversas chinches) con 19 especies, El orden Coleóptera (escarabajos) con 17 especies, Orden Orthoptera (Chapulines, langostas y esperanzas) con 16 especies y el orden Lepidóptera (mariposas y palomillas) con 10 especies

La importancia no sólo es alimentaria, ya que su colecta les ahorra dinero al consumirlos y su comercialización en mercados les permite ingresos económicos, sobre todo al venderlos a restaurantes que los venden como platillos caros. Se piensa que al no perderse la tradición del consumo de estos insectos es lo que ha permitido su conservación y a futuro se propone su cultivo.

Asimismo, la diversidad cultural también ha influido en la diversidad genética de las especies cultivadas. Simplemente imagina cuántas variedades de frijol, chile o calabazas conoces. Existen zonas de la Mixteca Alta de Oaxaca en donde prácticamente cada valle cultiva una variedad distinta de frijol.

• Endemismos

Cuando la distribución geográfica de un grupo taxonómico se encuentra restringida a una localidad, se dice que es endémico. México presenta un amplio número de especies endémicas. Sin duda, la complicada orografía ha favorecido los procesos de aislamiento y especiación que han derivado en esta riqueza de especies endémicas. La tabla 8 sintetiza el número de especies de algunos grupos taxonómicos presentes en México, así como el número de especies endémicas; la tabla 9 presenta el endemismo de peces en los principales mares de México; Finalmente, la tabla 10 sintetiza el porcentaje de endemismo de peces de agua dulce en la principales cuencas de México.

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Tabla 9. Endemismo de peces en los principales mares de México.
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Tabla 10. Endemismo de peces de agua dulce en las principales cuencas de México.


Para dar otro ejemplo del grado de endemismo en México, presentaremos un estudio realizado en la costa de Jalisco, en la estación de biología de la UNAM en Chamela, el cuál reveló que de 70 especies de mamíferos, 14 (20%) son endémicas de México (ver tabla 11).

Tabla 11. Mamíferos de Chamela endémicos de México.

Es necesario hacer notar que muchos de los endemismos son casos de aislamiento y especiación; pero a veces también ocurre que una especie o grupo taxonómico con una amplia distribución en el pasado, enfrenta procesos de extinción en casi todas sus áreas de distribución, sobreviviendo solo en alguna de ellas. En este caso, se dice que se trata de endemismo tipo relicto, ya que se piensa que en efecto, se trata de una especie de "reliquia" del pasado. En el Eje Neovolcánico, es frecuente encontrar casos de éste tipo; dos ejemplos pueden ser el conejo de los volcanes (Romerolagus diazi) y el ratón de los volcanes (Neotomodon alstoni), ambos, representantes de épocas en que la última glaciación invadía parte del territorio mexicano.

Al final de este texto, podrás encontrar monografías de algunos grupos taxonómicos que se consideran importantes por sus endemismos.

Por otra parte, en gran parte debido a las condiciones ya mencionadas de nuestro país, éste ha sido un importante centro de origen y domesticación de especies de uso en todos los continentes; la tabla 12 muestra algunas de estas especies originalmente endémicas:

Tabla 12. Algunas especies vegetales de importancia mundial domesticadas en México.
Nombre Común Nombre científico
Agave tequilero Agave tequilana
Aguacate Persea americana
Algodón Gossypium sp.
Amaranto Amaranthus sp.
Cacao Theobroma cacao
Calabaza Cucurbita sp.
Chile Capsicum annuum
Frijol Phaseolus vulgaris
Girasol Helianthus annuu
Maíz Zea mays
Nopal Opuntia sp., Nopalea sp.
Papaya Carica papaya
Vainilla Vanilla planifolia

Monografías:El conejo de los volcanes

Lectura: Las cactáceas

Lectura: El zorrillo manchado

• Problemática ambiental y sus consecuencias para la biodiversidad.

Como se vio anteriormente México es un país Privilegiado por la gran variedad de su orografía y climas y porque esta ubicado entre dos grandes océanos y que es el paso de una gran variedad de organismos migratorios.

A pesar de que México está ubicado en una latitud tropical, las altas elevaciones de hasta más de 5000 msnm. lo convierten en un país de montañas, valles, pendientes y desiertos, que producen gran diversidad de regiones con relación a la precipitación pluvial y reparto de humedad. La accidentada topografía forma grandes barreras geográficas que ha provocado el aislamiento de algunas poblaciones, razón por la cual se ha producido el elevado número de endemismos que presenta nuestro país.

La vegetación de México se caracteriza por ser variada y representar a casi todos los ecosistemas terrestres. Tenemos selva alta perennifolia como la de los Chimalapas en las que la lluvia alcanza los 5000 mm de precipitación anual, así como desiertos de los más secos del mundo como los del norte de la republica, y en el centro contamos con zonas áridas (Tehuacan) en las cuales las plantas xerófitas presentan el mayor número de endemismos mundial, También tenemos bosques subtropicales subperennifolios, grandes sabanas, selvas caducifolias y contamos con bosques templados de confieras y de encinos, y los grandes zacatonales en lo alto de las montañas, sin olvidar los grandes cuerpos de agua (lagos y ríos) en el macizo continental, las grandes y numerosas lagunas costeras, manglares y pantanos y desde luego los océanos. La variedad geomorfológica que da origen a la diversidad de ecosistemas es la responsable de la gran variedad de paisajes en la republica y por lo tanto la diversidad biológica

Aunque muy deforestados, nuestros bosques templados son de los que cuentan con mayor diversidad en el planeta, ya que se han identificado hasta ahora 55 especies de pino y 138 de encino, de las cuales el 85% de los pinos y el 70% de los encinos son endémicas de México. Se tienen 21,600 especies de plantas con flores (angiospermas), lo cual representa cerca del 9% del total mundial, por lo que se encuentra en cuarto lugar mundial. Al incluir helechos, musgos, líquenes y hongos la cantidad de especies llega a cerca de 29,000 especies, se estima la existencia de 1,500 especies de algas macroscópicas, de 2,000 especies de briofitas y 1 000 de pteridofitas. En total el número aproximado de especies descritos de manera científica que existen en México es de aproximadamente 23 500.

Los endemismos florísticos también son muy abundantes: más de 300 géneros de especies fanerógamas son endémicos. Un aspecto muy interesante es que la mitad de las especies de frijol (Phaseolus sp.), el 82% de agaves (Agave sp.), y el 88% de las salvias (Salvia sp.) sólo existen en México, sin contar con las cactáceas, orquídeas y las variedades de maíz silvestre (Género Zea).

Las consideraciones acerca de la biodiversidad surgieron como una inquietud no para el campo de la ciencia, sino también como una inquietud de la opinión pública al principio de la década de los 90's. Es en ese momento que se define concretamente la diversidad biológica y se acuña el término biodiversidad. No obstante, la problemática ambiental es un tema muy estudiado desde décadas más atrás; la concreción fue relacionar éste hecho con el alto nivel de extinciones que estamos presenciando.

En efecto, las actividades humanas tienen graves consecuencias sobre el ambiente: la contaminación, deforestación, desertificación y represa de aguas continentales afectan profundamente a las poblaciones naturales, reduciendo sus densidades y llevándolas a la extinción local y total en muchos casos.

De éste modo, muchas especies se han extinguido; en ciertos casos, hemos sido testigos mudos de la diezma de las especies; pero en otros, ni siquiera hemos podido atestiguar éste hecho, pues seguramente algunas especies han sido llevadas a la extinción sin que nosotros los humanos la llegáramos a conocer.

En la actualidad, los taxónomos han descrito cerca de un millón y medio de especies, y cada semana se describen y nombran especies nuevas para la ciencia. Algunos estudios han dado sorprendentes resultados acerca de la impresionante cantidad de especies que NO conocemos. Por ejemplo, en un estudio realizado en Chamela, Jalisco, en una sola noche se colectaron ¡10 nuevas especies de escarabajos! Esto hace pensar a los investigadores que el total de especies para el planeta es entre 10 y 50 millones. Si pensamos que el número total fuese de 25 millones, nos faltan por conocer 23 millones 500 mil especies.

Así, fue el darnos cuenta del hecho de que el hombre está generando una extinción en masa lo que llevó al estudio más acabado de la biodiversidad, la cuál es una disciplina sintética que, como afirma Usher; "la biodiversidad es una integración de la Historia Natural (o el conocimiento de qué especies existen), la medición (o cómo tasar lo que pretendemos decir con biodiversidad y cómo compararlo de un sitio a otro) y su uso (o la comprensión de que muchas especies son importantes para la sobrevivencia, a largo plazo, de Homo sapiens)".

Efectos de la contaminación. La liberación de desechos al ambiente, así como el uso masivo de pesticidas y herbicidas, afectan a las poblaciones de diversas maneras. Por ejemplo, La revolución petroquímica después de la segunda guerra mundial desarrolló productos nuevos nunca antes utilizados. Algunos de estos productos sirvieron para controlar plagas de insectos que atacaban las cosechas, o que trasmitían enfermedades a los humanos. Uno de ellos fue el DDT, que es una molécula muy estable y que permanece activa en el medio por largo tiempo, por lo que se le ha encontrado en suelos y ecosistemas en todo el mundo, incluyendo en el hielo de la Antártida y en sedimentos profundos de los océanos. Por ejemplo, La acumulación de DDT en los lagos y su viaje a través de la cadena trófica permitió una acumulación cada vez mayor en cada nivel superior, lo que afectó a las aves de presa que se alimentaban de peces e hizo que estuvieran al borde de la extinción, ya que éste tóxico hace que el cascaron del huevo de estas aves sea delgado y blando, por lo que éstos de rompían antes de que el polluelo terminara su incubación.

Los derrames de petróleo matan directamente comunidades enteras de organismos marinos y costeros. Asimismo, aún no conocemos bien el efecto del hoyo en la capa de ozono que se genera año con año en la zona austral, pero indudablemente la radiación uv (ultravioleta) elimina multitud de individuos de diversas especies (como debes recordar, los fluoroclorocarbonos o CFC empleados como refrigerantes, propelentes en aerosoles y generadores de las microburbujas que dan su aspecto esponjoso al unicel, suben a la parte alta de la atmósfera y catalizan el rompimiento del ozono (O3)en oxígeno diatómico O2; típicamente, la capa de ozono protege a los seres vivos de sufrir mutaciones masivas al filtrar las radiaciones ionizantes del sol, o rayos ultravioleta).

Un efecto muy importante de la contaminación atmosférica sobre la biota es la lluvia ácida, o los depósitos en secos. Entre los contaminares que más frecuentemente producen estos depósitos ácidos se encuentran los óxidos de azufre y nitrógeno, los primeros se producen al quemar carbón en las plantas termoeléctricas o en las fundidoras de acero, mientras que los óxidos de nitrógeno son producidos por los motores de combustión interna, por otras fuentes que queman combustible fósil, y por la fabricación de fertilizantes nitrogenados.

Dependiendo de las condiciones atmosféricas, estos materiales pueden permanecer un tiempo flotando en la atmósfera y posteriormente depositarse como material seco. Pero la mayor parte de disuelve en la humedad atmosférica, para formar una solución de ácido sulfúrico y nítrico. Los vientos pueden llevarlos a grandes distancias y posteriormente llegar a tierra en forma de lluvia ácida. Esta lluvia puede ser de 10 a 100 veces más ácida que la lluvia normal. La lluvia ácida puede atacar cualquier tipo de material, pero también afecta la fisiología de algunos organismos y el balance químico de los ecosistemas.

La lluvia ácida es acarreada por corrientes de agua a lagos, en donde afectan directamente a las comunidades. La elevación de acidez puede tener serias consecuencias en los organismos en estado larval, en el fitoplancton, y en los invertebrados, lo que afectará la cadena trófica, ya que al morir muchos organismos que se encuentran en la base de la pirámide trófica no habrá alimento suficiente para los organismos en lo alto de la pirámide. En muchos lagos del hemisferio norte se ha visto la disminución, e incluso la desaparición de peces por esta razón. En el hemisferio norte es más notorio el efecto, ya que es el hemisferio con mayor producción de contaminantes por la industria y los vehículos de combustión interna, por lo tanto, no es de extrañar que en Inglaterra, Alemania, y Estados Unidos, la lluvia ácida halla dañado a los bosques, al afectar a las hojas de los árboles y también a los hongos micorrízicos con los que se asocian. En algunas regiones el daño puede ser tan severo que mueren gran cantidad de árboles y desde luego se destruye con ellos el hábitat de otras muchas especies.

=Efecto de la deforestación=. El hombre tala los bosques por tres razones principales: por el crecimiento de sus poblados y ciudades, para obtener madera y para desmontar para la siembra y ganadería. Obviamente, multitud de animales mueren en el proceso; pero muchos otros quedan sin un lugar dónde vivir, por lo que son muertos indirectamente. El uso continuo de zonas no aptas para la agricultura, genera una pérdida de suelo que a la larga, llevan a la desertificación.

Figura 2.2.19. Ejemplo de tráfico de especies silvestres combinado con un tipo de caza de subsistencia en Yucatán. Un fotógrafo de National Geographic adquirió este ejemplar de armadillo por $30 m. n. para poder liberarlo.

Así, uno de los problemas más graves para las poblaciones es la pérdida del hábitat; aunque otras actividades humanas acrecientan la pérdida de la biodiversidad: la cacería (deportiva mal administrada o de subsistencia), el tráfico ilegal (ver figura 2.2.19) y los programas de erradicación de especies, contribuyen igualmente de manera significativa.

Por ejemplo, en el Mercado de Sonora de la Ciudad de México, se ponen a la venta cotidianamente, individuos de más de 30 especies de aves y reptiles en peligro de extinción, a pesar de que para 24 de ellas el comercio se encuentra totalmente prohibido de acuerdo con las disposiciones de la Norma Oficial Mexicana (NOM - Ecol - 059 - 1994) y con la Convención Sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Flora y Fauna Silvestres (CITES). En distintas zonas del país es común encontrar a la venta diversos objetos elaborados de piel de mamíferos y reptiles amenazados por la extinción: cinturones, botas, bolsos y billeteras de piel de cocodrilo, serpiente, venado, etc.

El precio de diversas aves mexicanas en el extranjero llega a ser muy elevado: un perico de cabeza roja o amarilla, llega a cotizarse hasta en 3 000 dólares; por lo que a los contrabandistas de aves, que han amasado inmensas fortunas de éste modo, no les importa que mueran de 6 a 8 pericos por cada 10 que sacan ilegalmente del país (en ocasiones ocultos dentro de las llantas de los autos).

La pérdida de biodiversidad en México ha sido particularmente alta. En general, se calcula que la tasa de extinción de especies es 5 veces mayor que la tasa absoluta promedio de extinción natural; Aproximadamente la mitad de las extinciones registradas han ocurrido en la década de los 90's. Se ha calculado que desde el siglo XVII se han extinguido en el planeta alrededor de 1 069 especies, de las cuáles 587 corresponden a plantas, por lo menos 226 especies a vertebrados y 256 a invertebrados; una estimación conservadora calcula una pérdida del 3 al 9% de las especies del planeta para el año 2 000. Si se mantiene el ritmo actual de extinción, veremos reducido a la mitad el número de especies actuales para el año 2050.

Hasta la fecha, en México han desaparecido o se han extinguido localmente, 27 especies de vertebrados y 21 de plantas debido en su mayor parte a la cacería, destrucción de hábitats e introducción de especies exóticas. Es importante aclarar que las especies extintas para un país son aquéllas cuyas poblaciones ya no existen en su territorio aunque puedan seguir presentes en otros países (ver tablas 13, 14 y 15).


Tabla 13. Registro del número de especies extintas en México desde el año 1600.
Grupo No. de especies extintas Principales causas
Plantas superiores 21 Destrucción de hábitat
Peces 12 Destrucción de hábitat y Depredadores.
Anfibios y reptiles 2 Destrucción de hábitat e hibridación con otras especies.
Aves 8 Cacería, destrucción de hábitat y especies exóticas.
Mamíferos 5 Cacería, destrucción de hábitat y especies exóticas.


En México, una gran cantidad de especies se encuentran amenazadas (esto incluye las especies que se reconocen como "vulnerables", "en peligro de extinción" y "posiblemente extintas"). Se calcula que aproximadamente 224 especies de plantas, 24 de mamíferos, 19 de aves, 14 de reptiles, 1 de anfibios y 75 de peces dulceacuícolas se encuentran en peligro de desaparecer de nuestro territorio nacional. Entre las especies de mamíferos que se encuentran en mayor peligro están: el berrendo (Antilocapra americana), el conejo de los volcanes (Romerolagus diazi), el lobo mexicano (Canis lupus baileyii), la rata canguro de San Quintín (Dipodomys gravipes) y la vaquita marina (Phocoena sinus) -un mamífero marino endémico del Golfo de California. Las aves más amenazadas son aquéllas con distribución muy restringida o hábitos especializados y las que se trafican con fines de ornato como pericos, guacamayas y aves rapaces.

Entre los reptiles, las tortugas marinas, cocodrilos, caimanes y tortugas del desierto son los reptiles más vulnerables, mientras que entre los anfibios las especies más amenazadas son algunas de salamandras que habitan en bosques mesófilos y de encinos. Entre los vertebrados mexicanos, los peces de agua dulce son el grupo que presenta las perspectivas de conservación más críticas y dudosas, ya que su distribución es sumamente restringida y a veces corresponde a un solo manantial. Estas poblaciones se ven gravemente afectadas por la sobreexplotación de cuerpos de agua para riego, la contaminación y la introducción de especies exóticas.


Tabla 14. Especies de distintos grupos vegetales ya extintos en México.
Grupo Nombre científico
Selagineláceas Selaginella orizabensis
Gimnospermas Zamia montícola
Crasuláceas Tácitus bellus
Malváceas Hibiscus nelsonii
Onagráceas Lopezia sinaloensis
Valerináceas Valeriana pratensis
Aráceas Anthurium leuconeuron


La pérdida de la biodiversidad es un proceso en esencia irreversible. Cuando una especie se extingue, se pierde para siempre; no hay manera de recuperarla. Puesto que somos nosotros, los humanos, quienes estamos provocando esto, por nuestra propia conveniencia deberíamos reconsiderarlo: tenemos motivos de sobrevivencia, económicos, estéticos y éticos para esforzarnos en conservar la biodiversidad.

Tabla 15. Especies extintas de vertebrados mexicanos.
Nombre común Nombre científico
Oso gris Ursus arctos
Nutria marina Enhidra lutris
Salmón del río colorado Ptychocheilus lucius
Cóndor de California Gymnogyps californianus
Foca monje del Caribe Monachus tropicalis
Carpintero imperial Campephilus imperialis
Rana de la Sierra Tarahumara Rana taraumara
Tortuga blanca Apalone ater


En cuanto a la sobrevivencia, sabemos que la biosfera funciona como un todo; Cada individuo, cada población, comunidad, ecosistema y bioma contribuyen para la sanidad total, y aunque existen mecanismos homeostáticos atenuadores, éstos se pueden romper. La inyección de CO2 y otros gases de invernadero, aunado a la deforestación y disminución de la tasa fotosintética planetaria, están provocando un calentamiento global que, al fundir los casquetes polares inundará amplias zonas costeras. Este es solo un síntoma; nuestra especie puede extinguirse por el encadenamiento de este con otros factores.

En lo económico, el beneficio que se obtiene de explotación de recursos naturales supuestamente renovables, es elevado. Por ejemplo, existen en los bosques tropicales de Chiapas una gran variedad de mariposas que tienen un valor considerable para los coleccionistas del primer mundo; algunas sociedades cooperativas de la región se han organizado para la crianza y exportación de éstos insectos, los cuáles alcanzan en el mercado precios de varias decenas de dólares por ejemplar.

Aunque nuestra salud no tiene precio, las pérdidas por hora/hombre (o mujer) provocadas por diversas enfermedades, son elevadísimas en todo el mundo. Más de la mitad de la población humana acude a la herbolaria para mitigar sus males; y la otra mitad emplea directa o indirectamente principios activos extraídos principalmente de vegetales para curar sus enfermedades. Desde la penicilina y otros antibióticos hasta la aspirina, tienen su origen en la biodiversidad. Es muy probable que la cura o tratamiento para la mayoría de las enfermedades se encuentre en sustancias presentes en organismos diversos. Un ejemplo lo constituye la saliva del murciélago vampiro, la cuál está siendo estudiada por investigadores de la UNAM, ya que contienen plasminógenos, los cuáles deshacen los coágulos que se producen al sangrar las heridas abiertas por este quiróptero en sus huéspedes cuando se alimenta, lo cuál permite que la sangre fluya. Estos plasminógenos podrían servir para el tratamiento de males cardiovasculares.

Dentro del campo económico se ubica una fuerte discusión a nivel internacional acerca de la propiedad del material genético de la biodiversidad. Los países desarrollados han estado abasteciéndose de germoplasma proveniente de los países en vías de desarrollo para investigar y patentar organismos genéticamente modificados que realizan funciones antes insospechadas. Los países del llamado tercer mundo argumentan que no deberían pagar derechos de patente por genes "pirateados" de sus propias especies. Por ejemplo se calcula que el 35.5% de la producción mundial de alimentos radica en el potencial del germoplasma que se ha obtenido de América Latina; particularmente de México y Perú.

Por otra parte, existen cosas para las que podemos imaginar precio; pero ¿Cuánto vale una caminata por el bosque? ¿Qué precio tiene la vista de un campo en flor? ¿Tiene algún costo disfrutar de la vista de miles y hasta millones de mariposas monarca revoloteando? La respuesta es NO. No tiene valor monetario; sin embargo, nos hace sentir bien, plenos, vivos. La naturaleza tiene una estética, que está en los ojos de quien mira y no tiene precio. El pintor mexicano Francisco Toledo, dice que en su infancia, en el Istmo de Tehuantepec, había una zona que llamaban "La Lagartera", donde descansaban y se asoleaban decenas de cocodrilos ¿Tiene precio ese recuerdo? ¿Qué daríamos por brindar ese paisaje a nuestros hijos? No hay objeción; para cualquier mente sana, la biodiversidad tiene un valor estético fuera de cualquier intento de valoración económica.

Finalmente, también existen razones éticas para conservar la biodiversidad. Es momento de darnos cuenta de que hemos torcido nuestros valores; de que hemos confundido lo que es calidad de vida con estándar de vida. Calidad de vida significa convivir sanamente con la gente que amamos, disfrutar de un ambiente no degradado, contar con tiempo para hacer las cosas que nos gustan sin prisas, sin estrés; ser feliz, en pocas palabras. Estándar de vida significa poseer, tener refrigerador, horno de microondas, zaguán automatizado, ser un dato para las estadísticas sin considerar si nuestro ambiente y modo de vida son sanos, si somos o no felices.

Los gobiernos firmantes del tratado de biodiversidad declararon que ellos "están conscientes del valor intrínseco de la biodiversidad"; en otras palabras, que la vida es sagrada, que es algo que debe ser respetado como respetamos la vida de los individuos de nuestra propia especie. EL número y ritmo de extinciones causadas por la humanidad es una maldad que debe detenerse.

De este modo, la pérdida de la biodiversidad nos hace tener pérdidas económicas, de salud, de oportunidades de generar medicamentos y alimentos, así como pérdida de bienestar físico, mental y espiritual

Lectura: Biodiversidad: desvaneciéndose frente a nuestros ojos.

Lectura: Problemática ambiental y pérdida de la biodiversidad

• Conservación de la biodiversidad en México.

Desde hace decenios, el gobierno de México ha realizado diversos esfuerzos para la conservación de la diversidad. A continuación se enlistan algunos de estos esfuerzos:

o Legislación. o Creación de zonas de conservación o Programas para el cuidado de los recursos naturales

En cuanto a la legislación, se cuenta con la “Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente”, que contiene un total de 194 artículos.

En cuanto a la creación de zonas de conservación, existen de diversos tipos:  Reservas de la Biosfera  Reservas especiales de la Biosfera  Parques Nacionales  Monumentos Naturales  Áreas de protección de Flora y Fauna Silvestre  Parques Marinos

Las Reservas de la Biosfera las define la UNESCO como “Todas aquellas áreas naturales con una extensión mayor a las 10 mil hectáreas que contienen zonas biológicas y geográficas representativas de biomas con relevancia nacional. Estas reservas incluyen ecosistemas que no han sido modificadas de forma considerable por el hombre y por lo menos un sistema ecológico –denominado zona núcleo- que no ha sufrido ninguna alteración y en donde habitan una o más especies vegetales o animales endémicas, amenazadas o en peligro de extinción. En a zona núcleo sólo se permiten actividades de investigación y conservación, y en las zonas circundantes, llamadas zonas de amortiguamiento, únicamente se autorizan actividades de conservación, investigación, turismo aprovechamiento de recursos para las comunidades del lugar.”

México cuenta con 11 Reservas de la Biosfera: - El Vizcaíno, en Baja California, con 2 546 790 ha. - Calakmul, en Campeche, con 723 185 ha. - Lacantún, en Chiapas, con 61 873 ha. - Montes Azules, en Chiapas, con 331 200 ha. - El Triunfo, en Chiapas, con 119 117 ha. - Mapimí, en Durango, con 20 000 ha. - La Michilía, en Durango, con 35 000 ha. - Sierra de Manantlán, en Jalisco y Colima, con 139 577 ha. - Sian Ka’an, en Quintana Roo, con 528 147 ha. - El Pinacate, en Sonora, con 28 660 ha. (ver figura 2.2.19) - Pantanos de Centla, en Tabasco, con 302 710 ha.

Figura 2.2.19. El Pinacate, Reserva de la Biosfera ubicada en Sonora.

Las Reservas Especiales de la Biosfera se definen por la UNESCO como “Extensiones territoriales menores a las 10 mil hectáreas que contienen al menos un ecosistema que no haya sido afectado de modo significativo por el hombre y una o más especies nativas amenazadas o en peligro de extinción. La gestión de esta categoría de área protegida considera asimismo la existencia de una zona núcleo y otra de amortiguamiento.”

México cuenta con 13 Reservas Especiales de la Biosfera: - Islas del Golfo de California, en B. C. Norte y Sur, Sonora y Sinaloa, con 150 000 ha. - Isla de Guadalupe, en B. C, con 26 000 ha. - Isla Rasa, en B. C, con 6.9 ha. - Cascadas de Agua Azul, en Chiapas, con 2580 ha. - Selva del Ocote, en Chiapas, con 48 140 ha. - Mariposa Monarca, en Edo. de México y Michoacán, con 16 110 ha. - Isla Contoy, en Quintana Roo, con 176 ha. - Cajón del Diablo, en Sonora, con área no definida. - Isla Tiburón, en Sonora, con 120 800 ha. - Volcán de San Martín, en Veracruz, con 1500 ha. - Sierra de Santa Martha, en Veracruz, con 20 000 ha. - Ría Celestún, en Yucatán, con 59 130 ha. - Ría Lagartos, en Yucatán, con 47 840 ha.


</center>Figura 2.2.20. Reserva Especial de la Biosfera de Isla Rasa, Baja California. </center>

En cuanto a Parques Nacionales, su definición, obtenida del Sistema Nacional de Áreas Protegidas, dice “Todas aquéllas áreas naturales que cuentan con uno o más ecosistemas sobresalientes por su belleza escénica, por su valor histórico, científico o estético, por la existencia de animales y vegetales de importancia nacional y por las posibilidades de desarrollo de turismo ecológico.

En nuestro país, contamos con 45 Parques Nacionales distribuidos en toda la República.(figura 2.2.21.)

Figura 2.2.21. Teporingo en el Parque Nacional Cumbres del Ajusco.

Los mexicanos contamos con 3 Monumentos Nacionales, que son Bonampak, Yaxchilán y Cerro de la Silla. “Los monumentos nacionales son áreas que contienen uno o varios elementos naturales de carácter único para la ciencia y de gran valor estético. En las zonas incluidas dentro de esta clasificación se prohíbe alterar el lugar o el bien excepcional; asimismo, las visitas educativas y turísticas tienen un carácter restringido a fin de conservar y mejorar la zona.”

Tenemos 2 Áreas de Protección de Flora y Fauna Silvestre, que son la de Chan-Kin y la de Ajusco - Chichinautzin. “En éstas áreas, existen hábitats considerados fundamentales para la existencia y el desarrollo de ciertas especies. A fin de proteger los procesos reproductivos de animales y vegetales en estas zonas, sólo se permiten actividades relacionadas con la conservación, repoblación, propagación, aclimatación y alimentación de las especies del lugar.”

Contamos con un solo Parque Marino, que es el del Sistema Arrecifal Veracruzano. Los Parques Marinos son “áreas marítimo – terrestres, donde solo se autorizan actividades de conservación, investigación y educación ambiental, orientadas a racionalizar el uso de los recursos. Estas actividades se llevan a cabo bajo normas especificas de protección ecológica que permiten la preservación de los sistemas ecológicos acuáticos. Lectura. Manejo de la biosfera: desarrollo sustentable