Impacto de la contaminación por plásticos en la biodiversidad y patrimonio biocultural de México.

Impacto de la contaminación por plásticos en la biodiversidad y patrimonio biocultural de México.

10 marzo 2021 Por Miguel Rivas y Ornela Garelli.

Tomado de: https://mx.boell.org/es/2021/03/10/impacto-de-la-contaminacion-por-plasticos-en-la-biodiversidad-y-patrimonio-biocultural

Presentación. Los plásticos derivados del petróleo son de fácil fabricación y sus precios muy bajos. Por lo que se les utiliza en todo tipo de objetos, desde bolsas de plástico, hasta lo que se pueda uno imaginar. Se utilizan en edificación y construcciones, movilidad y transporte, dispositivos eléctricos y electrónicos, agricultura, atención sanitaria y otros campos. Sin embargo actualmente representan uno de los principales contaminantes presentes en muchos ambientes y representan una grave amenaza a todos los ecosistemas.

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Miguel Rivas. Hacer de este mundo un lugar mejor para todos y todas ha sido la principal motivación de Miguel para verter el conocimiento científico al servicio del cuidado y la protección del medio ambiente, en particular de los océanos. Miguel Rivas es doctor en ciencias por el Instituto de Ecología de la UNAM. Misma casa de estudios donde adquirió una Maestría en Ciencias y un diplomado en divulgación de esta área de conocimiento. Su pasión es la democratización del conocimiento para que las personas puedan empujar a los tomadores de decisiones a velar por el bien común buscando soluciones desde la raíz de los problemas. Como director de la Campaña de Hábitats de Oceana en México, Miguel busca incidir en la política pública salvaguardando y protegiendo los hábitats marinos, fundamentales para la preservación de la biodiversidad, los servicios ecosistémicos y para alimentar un mundo cada vez más demandante de recursos naturales, los que deben ser explotados de manera sustentable pensando en las generaciones venideras.


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Ornela Garelli, colabora en Greenpeace México dirigiendo las campañas “Combate al cambio climático“ y “Consumo responsable” que tienen por objetivo la transición social hacia un modelo de consumo alternativo, justo y responsable.


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Los plásticos de un solo uso están por todas partes, los vemos en las calles de nuestras ciudades, bloqueando las alcantarillas, pero también en los rincones más lejanos y prístinos de nuestro planeta. Desde el hielo del Ártico en el polo norte, hasta la Fosa de las Marianas, una de las zonas más profundas del océano; desde el agua de lluvia hasta los cuerpos de las especies marinas que se alimentan de ellos, los plásticos inundan nuestros ecosistemas.

1. La crisis de la contaminación por plásticos en México

¿Cómo se explica la invasión plástica? Los plásticos pueden recorrer largas distancias y transportarse de las zonas urbanas, donde generamos mayores cantidades de residuos, hasta nuestros océanos, a través del viento, el agua de lluvia, los ríos, por los drenajes, por acción directa de las personas (como cuando arrojamos basura en las playas),etc. Una vez en la naturaleza, los plásticos representan una grave amenaza para los ecosistemas y para todas las especies que habitamos el Planeta no importa donde se produzcan o donde se consuman. Por lo tanto México no es ajeno a esta realidad.

2. Impacto en la biodiversidad mexicana

La contaminación por plásticos tiene impactos negativos en los diferentes ecosistemas donde ha llegado y perdura por una cantidad de tiempo por lejos muy superior al tiempo de utilidad que brindaron dichos productos. Estos plásticos son fragmentados por la acción mecánica del viento, las olas o por la acción química de la degradación de sus materiales frente a la exposición a los rayos ultravioletas, produciendo microplásticos que afectan a más de 700 especies, desde el plancton hasta la ballena azul, el animal más grande del planeta. En el caso de los ambientes terrestres, se ha documentado que los microplásticos presentes en los suelos generan problemas para las lombrices, disminuyendo su tiempo de vida y haciéndolas perder el 3% de su peso corporal cuando son expuestas a materiales como el polietileno de alta densidad (HDPE), usado en envases y algunas bolsas. Esto tiene como consecuencia impactos negativos en la agricultura(1), vital para la soberanía alimentaria de México que es potencia agroalimentaria y ocupa los primeros lugares en exportación de aguacate, tequila o tomate.

En México habitan 6 de las 7 especies de tortugas marinas que existen en el mundo, todas ellas enlistadas en una categoría de riesgo bajo la legislación ambiental (NOM-059-SEMARNAT-2010), siendo estas especies altamente vulnerables a la contaminación por plásticos. Estudios demuestran que 1 de cada 3 tortugas muere a causa de este plástico(2) y que el punto de inflexión se encuentra cuando las tortugas consumen más de 14 piezas plásticas, ahí los contaminantes tóxicos aumentan la tasa de mortalidad hasta el 50% de la población en las tortugas(3). Otras especies amenazadas y emblemáticas del turismo en México como el Tiburón Ballena (Rhincodon typus) se encuentran expuestas a la contaminación por plástico debido a sus métodos de alimentación por filtración, algunos aditivos plásticos como el Polibromodifenil éter (PBDE) ha sido identificado en muestras de piel de esta especie en el golfo de California(4).

Además es necesario tener en cuenta que a nivel mundial esta contaminación provoca la muerte de más de 100,000 mamíferos marinos al año(5, 6) y por lo tanto afectando a las 45 especies de mamíferos marinos mexicanos. Otras especies que se ven afectadas son las aves marinas, se calcula que el 90% ellas han consumido plástico el cual les causa la muerte por toxicidad e inanición(7) y que en México representan el 5% de las especies de aves del país de acuerdo a la Comisión Nacional para el Conocimiento y uso de la Biodiversidad (CONABIO).

3. Estudios del impacto de micro y macro plásticos en playas y cuerpos de agua de México

Las playas mexicanas están llenas de microplásticos, particularmente de fibras plásticas provenientes de artes de pesca, el turismo y del impacto de los empaques y embalajes utilizados por las personas, así como también microplásticos que provienen de las aguas residuales. Por ejemplo, en las playas de Baja California se han encontrado una abundancia de micropartículas plásticas de 135 ± 92 partículas por kilo(8). Mientras que en el Golfo de México la mayoría de los materiales encontrados son de polipropileno y polietileno, muchos de los cuales son utilizados en productos de vida corta como vasos, vajilla desechable y bolsas plásticas de tiendas de conveniencia, encontrándose en una abundancia de hasta 61.08 ± 34.61 piezas por metro cuadrado(9, 10). En Huatulco, estado de Oaxaca, se encontró que una mayor presencia de microplásticos se da principalmente en las playas adyacentes a grandes hoteles y aumenta en temporada de alta afluencia de turistas (abril-diciembre), así también esta contaminación responde a la afluencia de aguas residuales(11).

En algunos de los ríos más contaminados y emblemáticos del país, como lo es el Río Atoyac en Puebla, se ha encontrado una abundancia de hasta 900 ± 346.12 piezas por kilogramo de sedimento y en su mayoría corresponde a microplásticos fibras, fragmentos y películas de este material (Figura 1)(12). Sumado a lo anterior, en un ejercicio de ciencia ciudadana realizado por Greenpeace México (2018) se encontró que en 42 sitios de playa estudiados en México el 100% de ellos presentó contaminación por algún tipo de macroplástico equivalente a envolturas, o plásticos descartables correspondiendo a 396 fragmentos en 42 sitios estudiados. El material plástico fue equivalente al 47.9% del total de la muestra, seguido de las colillas de cigarro con un total de 136 fragmentos equivalentes al 16.4% del total de la muestra (Figura 2)(13). En resumen, la contaminación por plástico está por todo México afectando a la biodiversidad y a la salud de los ecosistemas.


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Figura 1: Tipos de microplásticos encontrados en el Río Atoyac Puebla. Centro de México.
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Figura 2: Porcentajes de basura encontrados en 126 cuadrantes/1m2 para 42 sitios en 10 ciudades costeras de México.

4. Plásticos y cambio climático

En la actualidad los plásticos representan alrededor del 6% de las emisiones totales por uso del petróleo, sin embargo, los cálculos de su producción para el 2050 indican que representarán hasta el 20% del petróleo utilizado en el mundo, contribuyendo así a agravar la emergencia climática (Figura 3)(14). Además, es necesario considerar que los productos plásticos continúan emitiendo gases de efecto invernadero como el metano o el etileno cuando se encuentran a la intemperie expuestos a la luz solar, por lo tanto aún ya desechados continúan contribuyendo a aumentar la temperatura del planeta. El etileno utilizado en las bolsas de las tiendas de conveniencia es uno de los gases más contaminantes que resultan de usar estos productos llamados commodities.

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5. Estudio de Greenpeace sobre microplásticos en peces comerciales, implicancias biológicas y sociales

La mayor parte de los plásticos que contaminan nuestros océanos posee un diámetro menor a 5 milímetros, por lo que se les conoce como microplásticos. Debido a su pequeño tamaño pueden ser transportados fácilmente por las corrientes y llegar a todas las costas del planeta, a los polos y hasta a los zonas más profundas del océano. Por esta razón, también representan un gran peligro para la fauna marina, que puede confundirlos con su alimento regular e ingerirlos, causando afectaciones a su salud e incluso provocando su muerte.

Una de las especies más afectadas son los peces según se reporta en la literatura científica, sin embargo, también moluscos, crustáceos y hasta corales han sido documentados con impactos por la contaminación por plásticos. En 2018, Greenpeace México junto al Centro para la Diversidad Biológica, la Universidad Veracruzana (UV), la Universidad Autónoma de Baja California Sur (UABCS) y la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM)(16), analizaron el impacto de los microplásticos en peces comerciales de pesca ribereña o artesanal para tres regiones de México: el Golfo de California (La Paz), el Golfo de México (Puerto de Veracruz) y el Caribe mexicano (Puerto Morelos).

Los resultados de este estudio indican que ninguna de las zonas exploradas se encuentra libre de microplásticos y que la región más afectada resultó ser Veracruz, con un número promedio de plásticos por organismo dos veces mayor que en las otras dos regiones (96% de organismos con microplásticos de un total de 219 muestras). Esto debido al mayor impacto urbano que recibe este puerto.

Así también, de una muestra de 755 peces estudiados (pertenecientes a 66 especies como peces loro, burriquetes, rubias, huachinangos, etcétera) el 20% presentó microplásticos en su contenido estomacal, es decir, en 1 de cada 5 peces se hallaron estos plásticos. Además, en la mayoría de estos se encontró solo una pieza plástica, pero se llegaron a encontrar hasta 45 microplásticos en un mismo pez (se trató de un huachinango ojo amarillo, cuyos adultos se localizan a más de 90 m de profundidad). Esto refleja el gran impacto que los microplásticos pueden tener en estas especies, incluso en grandes profundidades.

Los plásticos hallados provinieron de ocho tipos de polímero diferentes: celofán (envolturas de regalo y alimentos), etilvinilacetato (sandalias, juguetes), nailon (fibras para ropa), poliacrilato (fibras para ropa, equipo de pesca), poliestireno (contenedores de unicel), poliéster (fibras para ropa), polietileno (bolsas de supermercado, botellas) y polipropileno (contenedores, material de pesca) (véase Figura 4). Las fibras fueron el plástico más común (98%). Estos resultados evidencian la fuerte presencia de plásticos de un solo uso como contaminantes de nuestros mares, de ahí la importancia de reducir su uso, ya que tienen una vida útil sumamente corta, pero perduran en nuestros ecosistemas por hasta cientos de años.

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Figura 4: Tipos de polímeros encontrados en 53 piezas identificadas como plástico.

Aunque la aparición de microplásticos en el estómago de los peces no proporciona una evidencia directa del consumo por seres humanos ya que usualmente se retiran las vísceras del pescado, en el medio marino estos plásticos pueden actuar como vehículos de sustancias químicas añadidas en su proceso de fabricación o contaminantes ambientales absorbidos por su superficie durante su permanencia en el medio ambiente (por ejemplo: estireno, metales tóxicos, ftalatos, bisfenol A (BPA), y otros). Esto representa riesgos de transferencia de los contaminantes ingeridos por los peces a las partes comestibles de los mismos, lo que a su vez podría llegar a afectar la salud de las personas que los incluyen en sus dietas. A esto deben sumarse las posibles afectaciones de esta contaminación en la actividad pesquera, pilar de muchas comunidades costeras en el país y que representa entre 250 y 300 empleos directos y corresponde al 23% de la producción pesquera nacional, de acuerdo a la Comisión Nacional de Acuacultura y Pesca (CONAPESCA).

Los microplásticos se han encontrado en una variada diversidad de especies marinas que consumimos los seres humanos e inclusive en la sal marina de mesa (17). De ahí la necesidad de que las autoridades tomen en consideración los posibles riesgos que los microplásticos imponen no sólo al medio ambiente sino a la salud de las personas para pasar a una mayor regulación de los mismos.

6. Estudio sobre el impacto en Aŕeas Naturales Protegidas, pérdida del patrimonio biocultural

La presencia de la contaminación por plásticos en nuestro planeta se encuentra tan extendida que ni siquiera las áreas naturales protegidas (ANPs) de México, que son la principal estrategia de conservación de los ecosistemas representativos del país, están libres de este problema. En un estudio reciente Greenpeace México(18) se monitoreó la presencia de residuos plásticos en sitios arrecifales ubicados en ocho ANPs del Golfo de México y el Mar Caribe (en la superficie, la columna de agua y el fondo arrecifal) (véase Mapa 1). Los resultados de este estudio indicaron la presencia de piezas plásticas en todas las Áreas estudiadas, con un total de 815 piezas encontradas, lo equivalente a 2 piezas/km2 flotando en superficie y 3500 piezas por km2 en el fondo del mar.

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Mapa 1. Sitios arrecifales monitoreados.


Los plásticos de un solo uso son de nuevo los principales culpables de esta contaminación, ya que entre las piezas halladas en las ANPs proliferaron bolsas, tapas, botellas, etiquetas, desechables (como los contenedores de unicel), fragmentos de plásticos diversos (por ejemplo restos de pintura), además de otros artículos como cepillos de dientes y agitadores (Figura 5). De la mano del tipo de plástico encontrado está su origen, particularmente en relación a la marca que está detrás. Así, destacan en el estudio aquellas empresas que comercializan bienes de consumo rápido, especialmente enfocadas en la producción de bebidas embotelladas, como es el caso de Coca-Cola y PepsiCo. Dichas marcas se encuentran entre los cinco principales causantes de la contaminación por plásticos a nivel global, de acuerdo a la auditoría de marca que realizó Break Free From Plastics en 2019(19), donde Coca-Cola se ubicó en el primer lugar, seguida por PepsiCo, Nestlé, Unilever y Mondeléz. Que las empresas asuman de verdad la responsabilidad que tienen en la contaminación por este material es esencial para poder avanzar hacia una solución real.

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Figura 5: Tipo de material plástico registrado en todas las piezas del estudio.

Todas las zonas donde se efectuó el estudio están caracterizadas por depender en gran medida de servicios ecosistémicos como el turismo, por lo que la contaminación por plásticos hallada puede llevar no solo a impactos negativos a nivel ambiental sino también a grandes impactos sociales y económicos que en el 2019 representaron ingresos para el país por 24 mil 800 millones de dólares de acuerdo a la Secretaría de Turismo (SECTUR).

Si bien las ANPs marítimas forman parte de sistemas interconectados y abiertos, lo que favorece la llegada de plásticos por acción de las corrientes marinas, al ser zonas bajo mecanismos de protección podríamos esperar una mayor acción gubernamental para asegurar su salvaguarda de éste y otros problemas ambientales.

7. El reciclaje como la solución que promete pero no concreta

La promesa del reciclaje es la forma en que la rueda siga girando y nunca haya un freno a las aspiraciones de aumentar indefinidamente el crecimiento del mercado del plástico. México no es la excepción y la industria utiliza el reciclaje del PET, el material que más se recicla en México, como un estándar asimilable a todos los demás tipos de plásticos, como si tuvieran igual éxito de ser reciclados. Sin embargo, en México la producción de botellas PET es de 9,000,0000,000 al año, según la SEMARNAT (2014) y aunque posee un alto valor de reciclaje, solo se recicle el 58% de ellos.

Lamentablemente, la mayor parte del reciclaje se basa en un sistema informal de recolección de los residuos, que vulnera los derechos básicos de quienes se dedican a esta actividad.

De acuerdo a un estudio de Greenpeace (2019), en México el 67.3% de la actividad de reciclaje se apoya en este sector informal, mientras que la recolección en centros formales de acopio solo corresponde a 0.5% (Figura 6)

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Figura 6: Actividad del reciclaje en México y quienes la realizan.

Pese a la promesa del reciclaje existen empaques, envases y embalajes que nunca serán reciclados pese a contener la etiqueta de reciclaje, esto se debe a que para muchos de ellos no existe el mercado adecuado, es decir no se pagan precios competitivos, y por ende no son aceptados en los centros de acopio ni recolectados por las personas dedicadas a la pepena. Algunos envases como PET de multicapa o serigrafiados, de colores exóticos (no transparentes), no son aceptados en la mayoría de los centros de acopio y lo mismo ocurre con envases plásticos que contienen tapas de silicon, aluminio o etiquetas metalizadas. La mayoría de las bolsas o empaques de alimentos que tienen impresas las figuras de la marca y diferentes colores contienen mezclas de materiales que tienen un proceso de reciclado diferente, por lo cual su probabilidad de reciclaje es casi nula. Aunque no existen cifras oficiales, la industria del plástico en México menciona que los porcentajes de reciclaje en el país entre el 20% y el 30% sin hacer referencia a ninguna fuente oficial, solo de datos propios. Sin embargo, el Instituto nacional de Estadística y Geografía (INEGI) reportó que el reciclaje de otros plásticos (exceptuando el PET) es fue de apenas 12.95% durante el 2014(21).

8. Llamado a la autoridad y cambio de paradigma

La contaminación por plásticos tiene su origen en el modelo hegemónico de producción y consumo rápido, el cual se basa en la venta masiva de productos que deben viajar largas distancias, permanecer por varios días en los estantes de los supermercados y ser convenientes para las personas, es decir, que puedan consumirlos y luego desecharlos. El plástico de un solo uso alimenta así la cultura de usar y tirar.

Esta forma de hacer las cosas ha traído grandes ganancias a las empresas, no sólo a las productoras de plásticos, sino también a las de bienes de consumo rápido que empacan sus productos en plásticos y aquellas en el sector petrolero que ofrecen la materia prima para producir este material. Además de que les ha permitido deshacerse de su responsabilidad sobre los impactos que generan sus productos una vez que son comprados. A la par, las sociedades humanas nos hemos acostumbrado a la conveniencia de esta cultura de usar y desechar a través de la comodidad y el ahorro de tiempo.

Los gobiernos, tanto locales como federales, deben ser conscientes de las implicaciones ambientales de los plásticos de un solo uso e impulsar su regulación hacia una disminución en su utilización, empujar el cambio cultural e impulsar la responsabilidad extendida al productor. Para ello deben dejarse de lado falsas soluciones como el reciclaje y el maquillaje verde de las empresas (greenwashing). Las modificaciones que se hagan a la Ley General para la Prevención y Gestión Integral de Residuos deben ir en esta dirección. Asimismo, la aprobación de una Ley de Economía Circular en México deberá partir de un entendimiento amplio de lo que la economía circular implica, sin considerar opciones como la incineración de residuos que pertenece a un modelo lineal y no a un modelo real de economía circular que apuntala a la eliminación de los residuos desde el diseño de los productos.

De acuerdo a la Ellen Macarthur Foundation, la economía circular se basa en tres principios: evitar la contaminación y la generación de residuos desde el diseño de los productos, mantener los productos y materiales en uso (extender su vida útil), y regenerar los sistemas naturales(22). Dichos principios se enmarcan en la necesidad de mantener la actividad económica dentro de los límites de un planeta con recursos finitos, no puede haber crecimiento sin límites.

Tanto la ciudadanía, como las empresas y los gobiernos deben actuar de manera mancomunada para cambiar este paradigma de lo desechable. Se debe abogar por la menor dependencia de los plásticos de un solo uso y apostar por productos y sistemas de distribución libres de empaque, como la venta a granel, la reutilización de envases, el relleno, los sistemas de depósito y retorno, así como esquemas de bring your own (que permiten a los consumidores llevar sus propios recipientes, como su termo para servirse el café), y otras opciones que favorezcan la reusabilidad de forma segura. Solo de esta forma podremos construir un nuevo modelo de consumo y satisfacción de necesidades sin que ello nos cueste el planeta.

Literatura Citada:

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Ellen Macarthur Foundation 2020. What is a Circular Economy? A framework for an economy that is restorative and regenerative by design. Disponible en: https://www.ellenmacarthurfoundation.org/circular-economy/concept


Sugerencia de actividades de aprendizaje.


1. Lee el artículo y discute el tema en equipo o con tu grupo académico.

2. De manera individual o con tu equipo prepara una exposición ante el grupo.

3. Investiga qué son los plásticos y que tipos existen.

4. Investiga la vida permanencia de diferentes tipos de plásticos en la Tierra.

5. Investiga cuánto plástico se consume al día en la Ciudad de México.

6. Propón alternativas para el uso de los plásticos.

7. investiga qué alimentos de uso común contienen plásticos

8. Investiga si hay lugares de reciclaje de plásticos cerca de tu casa.