Diferencia entre revisiones de «Factores de presión a la biodiversidad.»

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El aprovechamiento ilegal de especímenes de la vida silvestre es también una de las actividades que amenazan a la biodiversidad. Esta práctica incluye la cacería furtiva,
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personas y la piratería (wwf y Dalberg 2012). En Morelos se desconoce el volumen total de ejemplares de vida silvestre que se aprovechan ilegalmente al año o que se extraen de sus hábitats naturales para diversos fines. Una aproximación a este factor de presión a la biodiversidad es la información de los operativos realizados por la Procuraduría de Protección al Ambiente (PROFEPA) de 2009 a 2015 en la entidad, en los cuales se aseguraron precautoriamente 15 829 ejemplares vivos, y 430 productos y subproductos de flora y fauna silvestre.

Revisión del 18:45 20 sep 2022

José Antonio Guerrero Enríquez

Tomado de: La Biodiversidad de Morelos. Estudio de Estado 2. Volumen III. Pág. 127

https://biodiversidad.morelos.gob.mx/sites/biodiversidad.morelos.gob.mx/files/files/La%20biodiversidad%20en%20Morelos_Vol_III.pdf 7 de septiembre de 2022


Presentación.

El artículo forma parte de un trabajo de 14 años de colaboración entre el gobierno del estado de Morelos y la CONABIO. Plasmado en un libro de tres volúmenes. El presente artículo nos da un panorama general de la situación actual de la problemática de la biodiversidad en el estado, identificando los procesos de cambio y transformación de los ecosistemas y plantea algunas estrategias de conservación y desarrollo sustentable.

El Dr. José Antonio Guerrero Enríquez es Profesor Investigador de Tiempo Completo Titular A. S.N.I. 1 de la Facultad de Ciencias Biológicas de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos. Av. Universidad 1001, Col. Chamilpa Cuernavaca, Morelos. C.P 62210. México. /Fax: 777 329 70 47 Ext. 3532 Correo electrónico: aguerrero@uaem.mx Es Biólogo egresado de la Facultad de Ciencias Biológicas de la UAEM, donde inició su laborar en el año 1994 como Técnico Académico. En el año 1998 recibio una beca para realizar estudios de posgrado en el Instituto de Ecología, A. C. donde obtuvo el grado de Doctor en Ciencias en el año 2003, para luego reincorporarse a la UAEM como Profesor Investigador de Tiempo Completo. Actualmente desarrolla las líneas de investigación de sistemática y morfometría comparada de vertebrados, y ecología y conservación de mamíferos. Además de impartir clases en la Facultad de Ciencias Biológicas, en la Maestría en BIBC y en el Doctorado en Ciencias Naturales.



Introducción

A nivel global, los seres humanos somos el factor que más influye en la biodiversidad. Actualmente, la fuerza principal que impulsa la transformación, la degradación y la desaparición global de los ecosistemas es el crecimiento de la población humana, junto con el aumento del consumo de recursos (Ramos-Quintana et al. 2016). Los costos asociados con la actual crisis de biodiversidad son enormes, y podrían llevar al colapso de lacivilización humana (Singh 2002). Es por ello que, existe una necesidad urgente de educar a la población en aspectos de biología de la conservación, con el fin de que esté en una mejor posición para proteger sus recursos naturales. El propósito de esta contribución es explicar, los principales factores de presión a la biodiversidad, como son la pérdida de la cobertura vegetal, la introducción especies invasoras, la construcción de carreteras, los incendios forestales, la sobreexplotación, el aprovechamiento ilegal de los recursos naturales y el cambio climático (McKee et al. 2003, Ejeta y Bekele 2017). Así como aportar datos estatales de cada uno de estos factores, como un primer paso para construir estrategias de acción para proteger a la biodiversidad de Morelos.


Pérdida de cobertura vegetal.

Principalmente, la pérdida de la cobertura vegetal se genera por el cambio de uso del suelo derivado de la expansión de campos de cultivo y de la urbanización. Los ecosistemas de Morelos se han transformado y sufrido una significativa degradación, resultado tanto del crecimiento demográfico, como del desarrollo poco acorde con principios de sustentabilidad (figura 1.)

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Figura 1. Desarrollos habitacionales en el municipio de Emiliano Zapata. Foto: Banco de imágenes del Sistema estatal de información ambiental.


De acuerdo con el anuario estadístico y geográfico de Morelos en 2015, la entidad contaba con 35 164.8 ha de vegetación natural (22.5 ha de pastizales naturales, 30 811.5 ha de bosques, 4 084 ha de selvas y 246.8 ha de matorral xerófilo), lo que representa tan sólo 7.19% de las 489 272.6 ha del territorio estatal (inegi 2015).

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Figura 2. Pasto Themeda quadrivalvis. Foto: Rosa Cerros-Tlatilpa


Introducción de especies invasoras.

La segunda causa más importante de la pérdida de biodiversidad a nivel global es el impacto de las especies invasoras (Leung et al. 2002). Estas especies afectan a la flora y la fauna nativas a través de diversos mecanismos de interacción ecológica, como son la competencia, la depredación, la transmisión de enfermedades, la modificación del hábitat y la alteración de la estructura trófica (Simberloff et al. 2013). En el territorio estatal se registran 214 especies invasoras de vertebrados (Guerrero et al. 2015). En cuanto a las plantas, destaca el grupo de los pastos (gramíneas) con un aporte importante de éstas. De las 216 especies de gramíneas reportadas por Bonilla-Barbosa y Villaseñor (2003) para Morelos, 25% son introducidas (cerros-Tlatilpa 2016)

Un caso notable es el descubrimiento en el estado de la gramínea Themeda quadrivalvis (figura 2), una maleza invasora nociva incluida en la nom-043-fito-1999 como especie cuarentenaria que requiere acciones de erradicación en el caso de ser encontrada en localidades del país (Sánchez-Ken et al. 2013).


Construcción de carreteras

La construcción de infraestructura carretera y de caminos afecta gravemente la vida silvestre porque genera la pérdida y degradación de los ecosistemas, así como la fragmentación y la pérdida de conectividad natural (Forman y Sperling 2003). De manera directa, la circulación vehicular por las carreteras provoca la muerte de animales por atropellamientos (González-Gallina et al. 2013). La apertura de caminos tiene además un efecto negativo sobre los ecosistemas y la biodiversidad al facilitar la colonización y el desarrollo de nuevos centros de población o explotación de recursos naturales (Antrop 2004).También se tiene documentado el papel de los vehículos como vectores en la introducción y dispersión de especies exóticas (Ansong y Pickering 2013). Incluso para caminos rurales y brechas por los que circulan vehículos todo terreno, se tiene información sobre la alteración de la composición florística de diferentes ecosistemas (Mortensen et al. 2009).

En Morelos, la infraestructura carretera (que incluye caminos pavimentados, rurales y brechas) creció 1 000 km entre los años 2000 y 2014, con lo que pasó de alrededor de 2 mil a 3 mil kilómetros en dicho período (Guerrero et al. 2015).


Incendios forestales

Los incendios forestales son un factor de presión para la biodiversidad porque provocan la pérdida de la cobertura vegetal (figura 3). Aunque dichos fenómenos ocurren de manera natural y constituyen un factor importante para la dinámica de muchos ecosistemas forestales del mundo (Bergeron et al. 2002, Noss et al. 2006), en la actualidad y debido en gran parte a las actividades humanas, sus patrones naturales de ocurrencia han cambiado. Los efectos del fuego sobre los ecosistemas son diversos y dependen de su intensidad y frecuencia. Su mayor efecto es la eliminación de la biomasa vegetal, que resulta en el retraso o interrupción de la regeneración natural, además de que propician la invasión de plagas y enfermedades forestales (DeBano et al. 1998).

En el caso de la fauna, existen algunas especies con baja capacidad de movimiento que mueren a consecuencia de los incendios. Lo anterior puede provocar la reducción de sus poblaciones e incluso su extinción local (Russell et al. 2009).

En el periodo comprendido entre 1991 y 2016 se registró en la entidad un promedio anual de 223 incendios forestales, con una superficie afectada promedio de 821 ha/año (figura 4). Los años 1998, 2011 y 2013 fueron particularmente dañinos en materia de incendios forestales, ya que en dichos años se destruyeron más de 9 mil hectáreas de vegetación.

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Figura 3. Afectación a la cobertura vegetal causada por incendio forestal sobre los bosques de Cuernavaca. Foto: Banco de imágenes del Sistema estatal de información ambiental.

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Figura 4.

Sobreexplotación y aprovechamiento ilegal de recursos naturales

La sobreexplotación de los recursos naturales es el resultado de la explosión demográfica, la cual genera una gran demanda de productos derivados de la vida silvestre para satisfacer necesidades humanas, y es una amenaza a la biodiversidad porque el uso desmedido de la flora y la fauna ocasiona la disminución de sus poblaciones.


A nivel mundial, aproximadamente 1 130 especies de mamíferos y 1 183 especies de aves están incluidas en alguna categoría de amenaza por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) debido a su sobrexplotación (Rosser y Mainka 2002).

El aprovechamiento ilegal de especímenes de la vida silvestre es también una de las actividades que amenazan a la biodiversidad. Esta práctica incluye la cacería furtiva, la captura, la colecta, el transporte y el comercio no autorizado de ejemplares.

Por los ingresos que genera, se considera como la cuarta actividad ilícita más importante a nivel internacional, después del tráfico de drogas, el tráfico de personas y la piratería (wwf y Dalberg 2012). En Morelos se desconoce el volumen total de ejemplares de vida silvestre que se aprovechan ilegalmente al año o que se extraen de sus hábitats naturales para diversos fines. Una aproximación a este factor de presión a la biodiversidad es la información de los operativos realizados por la Procuraduría de Protección al Ambiente (PROFEPA) de 2009 a 2015 en la entidad, en los cuales se aseguraron precautoriamente 15 829 ejemplares vivos, y 430 productos y subproductos de flora y fauna silvestre.